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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Los socialistas y los minusválidos

En nuestro país existe una cifra cercana al millón y medio de minusválidos -colectivo que es el segundo en cantidad siguiendo a los dos millones de parados y, en un elevado porcentaje, formando parte de él- que ha sido tenido en cuenta en el proceso de elaboración del programa de Gobierno socialista con todos sus derechos y deberes, dentro de la sociedad igualitaria que pretendemos sea la nuestra en lo sucesivo. Por todo esto quiero hacer referencia, aunque sea mínimamente, a las mejoras que los socialistas creemos deben llevarse a cabo para conseguir la integración del minusválido en la sociedad.Para nosotros es necesario transformar el paternalismo existente hasta el momento -y que se nos ha venido otorgando en forma de ayudas a sujetos pasivos que no tenían más remedio que conformarse con ellas- en el desarrollo de una participación plena en la vida cotidiana donde se respire una igualdad integral con el resto de los ciudadanos, contemplado desde el marco de unos servicios sociales que velen por todos y cada uno de los derechos de cualquier persona.

Por supuesto, hay una ley de integración, que todavía no ha entrado en vigor y que a muchos nos puede parecer insuficiente; pero debemos apoyarnos en ella, ya que en el estado de marginación en que nos encontramos los minusválidos es necesaria para que nos sirva de trampolín y de ayuda en nuestra integración aunque, a largo plazo, no tengamos necesidad de ello, puesto que los minusválidos deben regirse por las leyes generales de todos los españoles.

Prevención y educación

Nos importa en grado sumo que exista una prevención de las minusvalías en el trato correcto a las embarazadas, y de esta forma prevenir los posibles partos de alto riesgo, puesto que una gran cantidad de las minusvalías existentes vienen de una mala vigilancia del embarazo y negligencias o fallos médicos durante el parto. También nos interesa y nos preocupa que haya una detección precoz de las minusvalías cuando, por desgracia, éstas se hayan producido, y para esto creemos necesario la creación de equipos multiprofesionales -médicos, psicólogos y personal especializado-, todo esto dentro del régimen de la Seguridad Social, ya que creemos además que todos los minusválidos deben estar integrados dentro de ella.

Propugnamos ya la puesta en marcha de un subsidio de ingresos mínimos y de transporte para que los minusválidos en período de rehabilitación y educación -y, por supuesto, aquellos que no la pueden alcanzar- puedan vivir dignamente hasta el momento de su inserción laboral.

Creemos necesaria una integración en la educación, puesto que en un gran porcentaje de las minusvalías existentes -incluso entre los llamados deficientes mentales hay algunos cuya deficiencia es leve, y también los llamados débiles mentales y límites- va a ser posible en colegios normales aunque, para ayuda del profesor, sea necesario en algunos casos un equipo psicopedagógico.

Por supuesto, no nos olvidamos de aquellos deficientes severos o profundos para los que es necesaria la existencia de centros especiales que estarán dotados de personal con una preparación óptima y de unos medios y material necesarios para que la recuperación -por mínima que ésta sea- y la estancia de estos deficientes sea digna y acogedora.

Es necesaria una formación profesional adecuada y suficiente en todas las provincias -sin olvidar las zonas rurales-, donde el minusválido que por sus condiciones o vocación no pueda acceder a una facultad alcance la preparación necesaria para conseguir un puesto de trabajo, teniendo en cuenta que tanto el que opte por una formación intelectual a nivel de escuela o facultad como aquel que elija una formación laboral deben tener un plus -un más- en su preparación que les permita competir con plenas garantías por un puesto de trabajo, ya que, nos guste o no, nos ha tocado vivir en una sociedad competitiva y de mercado.

Para conseguir todo esto, en nuestra reforma administrativa los socialistas contemplamos la creación de un instituto nacional y de una dirección general donde se eliminen al máximo las trabas burocráticas y de papeleo y limitando, por consiguiente, en lo posible el personal dedicado a la misma, para incrementar el especializado en el trato directo y ayuda al minusválido -creemos que ha sido un desperdicio inexplicable los 27.000 millones de presupuesto con los que ha contado el Inserso, antiguo SEREM, y de los cuales sólo hemos visto ayudas arbitrarias concedidas contrariamente-, que es, en realidad, la misión principal de estos centros.

Para todo esto creemos firmemente -y, por supuesto, potenciaremos- en la participación de los minusválidos (con la consiguiente información en cuanto a presupuestos destinados a ellos) en la planificación y programación de todos los servicios y mejoras que tengan relación con su problemática, creándose además un consejo nacional de minusválidos donde tengan cabida los representantes de las asociaciones que hayan sido elegidos entre los propios minusválidos, aunque en el caso de los deficientes mentales severos sean los padres o tutores los que los representen.

Se tenderá a incrementar y concretar las atribuciones de los ayuntamientos, juntas comarcales, comunidades autónomas, etcétera, con el fin de que todo aquello que pueda ser solucionado a un nivel inferior no tenga necesidad de recurrir a entes superiores, para así evitar dispersiones.

Este es nuestro compromiso, teniendo en cuenta, por supuesto, que el partido socialista va a necesitar tiempo y sobre todo la ayuda inestimable de todos los ciudadanos españoles, incluso de los que no han votado al PSOE en estas elecciones.

Manuel Molina Floresmaestro, es minusválido.

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