París ha dado una seria advertencia a ETAm con la detención de dos de sus dirigentes

Diez días después de la victoria del PSOE en las elecciones legislativas, la policía francesa culminó el sábado pasado la operación más importante jamás realizada contra ETA Militar, no tanto por su importancia policial como en el plano político, según se informó ayer de fuente autorizada. Esta operación es la señal, según esta fuente, de que París no tolerará que ETA Militar ponga en peligro la joven democracia española, y mucho menos cuando al dar la victoria a Felipe González, un amigo personal de los dirigentes socialistas franceses, la gran mayoría de¡ pueblo español ha confirmado su voluntad de dar la espalda definitivamente a la era franquista.

La espectacular detención del número tres de la organización, Peio Antxola Larrañaga, y las de otro miembro del comité ejecutivo, Carlos Ibarguren, y de un militante de menor importancia, Sabin Zabieta, deben ser por tanto interpretadas como una operación preventiva y una seria advertencia a ETA Militar, precisamente a las 48 horas del asesinato en Madrid del general Víctor Lago Román, reivindicado por la organización terrorista, y justo en el momento en que el Papa Juan Pablo II se encontraba en el País Vasco español.Si se ha establecido que estos responsables de ETA no han participado fisicamente en el atentado contra el jefe de la División Brunete, en cambio, Antxola Larrañaga habría podido al menos dar su consentimiento. Según la policía, éste era el encargado de centralizar los datos de los comandos de información, antes de transmitir los informes a los comandos operacionales.

Larrañaga se resistió

Larrañaga militaba clandestinamente en Francia desde 1972, cuando fue objeto de una detención para expulsión del territorio francés. Su comportamiento a raiz de la detención no se puede explicar más que por su temor a ser detenido por hechos graves, se señala de fuente bien informada. Después de lanzarse sobre los policías uniformados, Larrañaga emprendió la huida por las calles de San Juan de Luz, hasta que la rueda trasera de su vehículo fue hecha reventar por un disparo, y la carrera terminó contra una acera. Carlos Ibarguren, a quien se atribuye la responsabilidad de las finanzas de los milis, -cobertura del impuesto revolucionario y sin duda contactos con otras organizaciones para la compra de armas-, se dejó abordar sin oponer resistencia.

El golpe policial francés se produce cuando Txomin Iturbe Abasolo, número dos de ETA Militar, permanece detenido en Bayona desde julio último. Por contra, Jesús Abrisketa Corta, jefe supremo del ETA Político-militar VIII Asamblea, acaba de ser liberado por decisión judicial.

Políticamente, el primer beneficiario de esta operación de la policía francesa será el futuro presidente del Gobierno español, Felipe González, que verá así reforzada su posición. Una intervención de las autoridades francesas para obligar a ETA Militar a entablar negociaciones sobre bases razonables, complementada con operaciones policiales puntuales, no puede más que reforzar la credibilidad del futuro Gobierno socialista a los ojos de los militares españoles.