Melo Antunes opina que la situación política de Portugal es grave
Con la toma de posesión, el sábado, del Consejo de Estado, Portugal inaugura un nuevo marco institucional, creado con la entrada en vigor de su nueva Constitución. Pero, lejos de abrir un período de estabilidad, la revisión constitucional parece haber dado riendas sueltas a todos aquellos que consideran urgente un cambio político para superar el bloqueo en que está cayendo la vida nacional.Ernesto Melo Antunes, uno de los más influyentes político-militares, que abandonó las filas del Ejército portugués el día en que cesó en el Consejo de la Revolución, y al que el presidente Ramalho Eanes acaba de designar para el Consejo de Estado, ha roto el silencio que observaba hace años para decir públicamente en la televisión que la situación portuguesa es grave y que no parece tener solución en el cuadro político actual.
Nuevas formaciones políticas, nuevas alianzas entre las formaciones existentes, un cambio radical en la práctica y en los métodos políticos utilizados hasta ahora; Melo Antunes no especifica cuál de estas salidas le parecen más adecuadas, pero condena severamente la osificación de los partidos existentes.
El mensaje final del Consejo de la Revolución, fuertemente criticado por el primer ministro, Pinto Baisemão, que lo calificó de "indigno e inadmisible", es considerado por Melo Antunes, al contrario, como de realista: lejos de ver en el documento un testamento de aquellos que protagonizaron el golpe militar de 25 de abril de 1974, el nuevo consejero de Estado le da el valor de un manifiesto.
Nuevo partido
La pregunta que los portugueses se formulan es si estas declaraciones abren paso a la formación de un nuevo partido del que se habla hace meses.Lo cierto es que de las cinco personalidades que el presidente Eanes escogió para el Consejo de Estado, cinco ya se han pronunciado públicamente a favor de una mayor intervención del general-presidente en la vida política portuguesa, y han preconizado la formación de un nuevo partido. Dos son disidentes del Partido Socialista (Henrique de Barros y Miguel Galvao Teles) y el último fue el ex primer ministro Nobre de Costa.
Del Consejo de Estado forman parte también, el primer ministro, Pinto Balsemão; los presidentes socialdemócratas, pero muy próximos al presidente Eanes, de los Gobiernos autonómicos de Madera y Azores, el presidente del Tribunal Constitucional y el defensor del pueblo.
El Parlamento eligió cinco consejeros de Estado: dos para el PSD y uno para cada uno de los tres partidos mayoritarios. Estos últimos designaron sus secretarios generales (Mario Soares, Alvaro Cunhal y Freitas do Amaral) y el PSD designó a Nunes Rodrigues dos Santos y otro ex primer ministro de un Gobierno presidencial, Carlos Mota Pinto.
En el mismo momento de la entrada en vigor del Consejo de Estado, que debe aconsejar al presidente sobre disolución parlamentaria y gubernamental, hay una mayoría de esta nueva institución a favor de tales medidas.
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