El Papa y el Rey coinciden en la defensa del diálogo y de la libertad en sus discursos

Madrid dedicó ayer un multitudinario y afectuoso recibimiento a Juan Pablo II, primer Papa de la Iglesia católica que visita oficialmente España y que, a las cinco de la tarde, besó suelo español en Barajas. Tanto Juan Carlos I como Karol Wojtyla recurrieron en sendos discursos a la tradición católica de España para que hoy sirva de impulso a la convivencia y la libertad. Tras un austero y ordenado recibimiento oficial, el Papa recorrió en automóvil recubierto de cristales los doce kilómetros que separan el aeropuerto del paseo de la Castellana, entre una entusiasta acogida popular concretada en banderas, pancartas, lluvia de flores amarillas y papeles del mismo color. Enrique Tierno, alcalde de Madrid, dio la bienvenida al Sumo Pontífice en latín y le entregó las llaves de la ciudad. Posteriormente, el Papa se dirigió hacia la nueva sede de la Casa de la Iglesia en Madrid, donde esperaban los integrantes de la Conferencia Episcopal, a quienes dirigió un largo discurso. Después de una cena ligera en la Casa de la Iglesia, compuesta por entremeses, merluza y mousse de chocolate, el Papa se dirigió a su último acto del día, la apertura de la vigilia de la Adoración Nocturna. Miles de personas esperaban al Papa. en los alrededores de la iglesia de Guadalupe, donde vitorearon a Juan Pablo II y entonaron cánticos religiosos. Anoche, una vez que el Papa regresó a nunciatura, su residencia durante la visita, fue obsequiado con una serenata de la tuna del colegio mayor Santillana, quienes le felicitaban así con motivo del 36 aniversario de su ordenación sacerdotal.Juan Pablo II viaja hoy a Avila, Alba de Tormes y Salamanca. El acto central de la jornada es la clausura de los actos conmemorativos del IV centenario de la muerte de santa Teresa. Este acto será presidido por el Papa y asistirá el rey Juan Carlos.

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