Multitudinaria presencia en el recorrido desde Barajas al centro de Madrid

El papa Juan Pablo II fue ayer aclamado en su itinerario entre el aeropuerto de Barajas a la plaza de Gregorio Marañón por decenas de miles de personas. Sólo en la Castellana se concentraron unas 200.000 personas, según informó la agencia Efe. Los diez kilómetros de recorrido se encontraban cubiertos en su mayor parte por madrileños que desde horas antes se habían trasladado a los márgenes de la carretera de Barcelona.Esta afluencia obligó a aparcar numerosos vehículos entre la carretera nacional y la vía de servicio. La Empresa Municipal de Transportes (EMT) habilitó un servicio especial entre la plaza de Manuel Becerra y el nudo Eisenhower con una treintena de autobuses, que transportaron gran número de personas entre estos dos puntos.

Aquellos madrileños que decidieron utilizar sus propios vehículos se vieron obligados en muchos casos a estacionarlos en el arcén existente entre la carretera nacional y la vía de servicio. A las 15.05 horas el tráfico en dirección hacia Madrid quedaba cortado y lo mismo ocurrió en el tramo de salida entre Francisco Silvela y el acceso a Canillejas. Ello permitió que aquellos madrileños que se encontraban esperando al Papa en el lateral derecho de la carretera de Barcelona, en dirección Madrid, ocuparan asimismo la mediana central.

Los cortes realizados por miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y planificados por la Jefatura Provincial de Tráfico se prolongaron hasta las seis de la tarde, momento en que se restableció la normalidad en ambos sentidos. Hasta ese momento los automovilistas que venían en dirección a Madrid se tuvieron, que desviar por Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz o San Fernando de Henares.

Miembros del Cuerpo Superior de Policía escoltaron al Papa en su trayecto, en cuya última etapa se reforzó la vigilancia. A la entrada de la zona urbana, en las proximidades a la madrileña calle de María de Molina, la Policía Nacional montó un fuerte cordón de seguridad que se vio reforzado por miembros de la Policía Municipal.

Desde tres horas antes, el paseo de la Castellana se encontraba cortado parcialmente al tráfico ya que, aparte de servir de escenario de la recepción por parte de las autoridades municipales, iba a ser el itinerario utilizado por la comitiva papal en su camino hacia la Casa de la Iglesia. Algunos vehículos aparcados en las calles que formaban parte del itinerario tuvieron que ser retirados por la grúa, tal como había sido anunciado en los últimos días mediante placas, por razones de seguridad. A última hora de la tarde, según informaron fuentes municipales, la normalidad era absoluta en Madrid, excepto en la zona del parque de Berlín, frente a la iglesia de Guadalupe, donde es taba previsto un acto litúrgico, por lo que fue necesario cortar la calle Ramón y Cajal.