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Catastrófica situación en las zonas afectadas por las inundaciones

El PSOE reconsiderará la puesta en marcha de la planta nuclear de Cofrentes, prevista para 1983

El secretario general del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) y presidente electo de la Generalitat, Joan Lerma, ha manifestado a EL PAIS que su partido reconsiderará la puesta en funcionamiento de la central nuclear de Cofrentes. Por otra parte, el también socialista Ricardo Pérez Casado, alcalde de Valencia, ha anunciado que tiene la intención de trasladar la toma de aguas del Júcar, destinada al abastecimiento de agua potable para la ciudad, antes del punto en que está previsto que la central tome agua del río para su refrigeración.

La gran inundación sufrida por las comarcas valencianas ha vuelto a plantear una vieja polémica sobre el emplazamiento de la central nuclear de Cofrentes, en la que actualmente hay uranio enriquecido para utilizarlo como combustible cuando entre en funcionamiento, dentro de un año. La planta está ubicada en la localidad valenciana de Cofrentes y a pocos kilómetros del límite provincial con Albacete.Aunque la central de Cofrentes todavía no está en funcionamiento, la inundación ha planteado la duda sobre qué hubiese ocurrido en caso de estar la central en marcha. La catástrofe registrada se habría multiplicado hasta extremos difíciles de imaginar si las aguas que ahora han arrasado pueblos y campos hubiesen estado, además, contaminadas por la radioactividad.

Fuentes oficiales de Hidroléctrica Española, empresa propietaria de las instalaciones, han informado a EL PAIS que la central no llegó a inundarse. El agua quedó 35 metros por debajo del lugar donde está situada. Estas fuentes aseguran que no se inundó porque incluso el riesgo de una inundación como la ocurrida estaba cuidadosamente estudiado y previsto. No obstante, 1.200 personas estuvieron aisladas por carretera en el interior de la central durante cerca de 24 horas.

Hidroeléctrica asegura, además, que las comunicaciones entre la empresa y la central se mantuvieron, "aunque fueron difíciles en algún momento", gracias a que posee líneas telefónicas propias y a los radioteléfonos de la Guardia Civil.

Seguridad

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Las obras de la central, que han supuesto una inversión en torno a los 120.000 millones de pesetas, comenzaron en 1974. Está previsto que se comience a cargar combustible para iniciar la puesta en funcionamiento en otoño de 1983, aunque ello está pendiente de la correspondiente autorización administrativa. En este momento lo que sí hay en Confrentes es combustible almacenado, del que Hidroeléctrica asegura que, como el conjunto de la central, no fue afectado por el agua, ni tampoco el almacén de residuos que, en la actualidad, está vacío porque no ha comenzado a funcionar. La compañía asegura, por otra parte, que Cofrentes dispone de medios para refrigerarse durante dos o tres días y autoalimentarse durante cierto tiempo a partir de grupos electrógenos.

En opinión de Joan Lerma, "todavía hay diversas incógnitas por despejar de cara a su puesta en funcionamiento y, en nuestra opinión, para que ésta fuese autorizada debería pasar nuevos análisis de seguridad, pues actualmente hay un Consejo de Seguridad Nuclear monocolor, que no fue elegido por ecuanimidad y consideramos que debería ser más plural". "En este aspecto", señala, "quizás el tema clave sea el de su ubicación, en terrenos, al parecer, volcánicos y, como es evidente, amenazados por inundaciones".

Según el alcalde de Valencia, "ya habíamos pensado con anterioridad en hacer una toma de aguas del Júcar más arriba de donde está la central, pero no lo habíamos llegado a plantear porque esperábamos tener el proyecto más perfilado y porque se trata de una obra muy cara". "Ahora que el pantano de Tous ha quedado inservible y hemos de realizar inversiones, es el momento de empezar a pensar en construir un nuevo canal con este fin; será caro, pero es rentable para la salud de los ciudadanos".

La riada ha venido a poner de actualidad una ponencia realizada por técnicos valencianos, a petición del ex diputado Joaquín Muñoz Peirats, para la, reunión que celebró en octubre de 1979 en Valencia la comisión de Ordenación del Territorio y Poderes Locales del Consejo de Europa. En la ponencia se cuestionaba el emplazamiento de la central "por considerar que se trata de una zona ectónicamente inadecuada para este tipo de instalaciones, por existir indicios de volcanismo reciente, por las variaciones que se crearan en el microclima de la zona y por el riesgo psicológico que tal ubicación puede acarrear sobre la ribera del Júcar".

El ecologista Mario Gaviria, que siempre ha mantenido posturas contrarias a la central de Cofrentes, especialmente por su ubicación, declaraba ayer: "Poner una central nuclear en la cabecera del sistema de riegos del Júcar y de aguas potables de Valencia es un ecocrimen que algún día acabará entrando dentro del Código Civil". Para Gaviria, el País Valenciano es especialmente desgraciado en este aspecto.

Gaviria considera que a las instalaciones de la central habrá que darles otro destino o dejarlas sin utilizar "ya que constituyen un monumento a la corrupción que representa el Plan Energético Nacional, basado en la hipertrofia, peligrosa e injustificada de la energía nuclear". "Es imposible", añadió, "consumir en España en los próximos 15 años la energía que llegaremos a producir según el Plan Energético y es absurdro que, mientras los países europeos e incluso Estados Unidos están basando la transición a la energía solar en el gas, aquí se está haciendo una inversión errónea centrada en la energía nuclear y el carbón".

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