Un despedido de Gillette Española, en huelga de hambre

A las seis de la mañana de ayer inició una huelga de hambre indefinida el representante sindical de la empresa Gillette Española, SA, que desde el pasado sábado se encuentra subido al tejado de la fábrica, a unos veinte metros de altura, en protesta por haber sido despedido.Parte de la plantilla de Gillette, Española, compuesta por quinientos trabajadores, participa en las concentraciones de apoyo al despedido.

Tomás Velasco, miembro del comité de empresa, con carácter de independiente, se dio de baja en el trabajo tras sufrir el esguince de un tobillo.

No obstante, la empresa contrató un equipo de detectives para demostrar, tras un informe de más de cuarenta páginas y dos películas, que su empleado se encontraba en condiciones de trabajar con entera normalidad.

Según fuentes sindicales, por el contrario, el despido de Velasco es en realidad una represalia por parte de Gillette, que fue sancionada meses atrás por la autoridad laboral en base a la denuncia formulada precisamente por el ahora despedido por sobrepasar el número de horas extraordinarias permitidas por la ley.

Tomás Velasco se encaramó el sábado a la techumbre de la factoría para no ser detenido por la fuerza pública después de negarse a abandonar el recinto laboral. Lleva once años en la empresa y se niega a negociar ningún tipo de indemnización por su despido.