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El futuro libanés

Amin Gemayel busca en Washington apoyo a la reconstrucción de Líbano y ayuda económica para ampliar su Ejército

Amin Gemayel es desde ayer el primer presidente de Líbano que visita Estados Unidos. Mañana, Gemayel se entrevistará con el presidente norteamericano, Ronald Reagan. Hoy, el jefe del Estado libanés asistirá a una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En su primer viaje oficial al extranjero, visitará además París y Roma, con el propósito de estudiar las modalidades de la retirada de tropas extranjeras de su país, y el Vaticano. La asistencia militar y económica norteamericana a Líbano centrará sus conversaciones en Washington.

Los dos aspectos citados, estrechamente ligados, son considerados como vitales para el porvenir de Líbano, y serán expuestos, igualmente, por el presidente Amin Gemayel ante los Gobiernos de París y Roma, donde se le espera tras su visita a la sede de la ONU y a Washington. Gernayel acudirá luego al Vaticano, donde presumiblemente se entrevistará con Karol Wojtyla.El presidente libanés viajó acompañado por su ministro de Asuntos Exteriores, Elie Salem; por el ministro de la Vivienda y Recursos Hidráulicos, Bahaedin Bsat; por el anterior representante libanés ante la ONU, Ghassan Tueni; por el presidente del Consejo del Desarrollo y la Reconstrucción, Mohamed Atallah, y por los embajadores Kersuan Labaki y Abbas Hamiye, el coronel Nahib Farhat y el presidente del sindicato de Prensa, Mohamed Baalbaki. Los observadores destacan que el programa trazado por el Consejo del Desarrollo y de la Reconstrucción para Líbano nunca pudo ser puesto en práctica en virtud del estado de inseguridad en el que se hallaba el país durante los últimos ocho años.

Desde el punto de vista militar, la visita de Amin Gemayel marcará un nuevo avance en las relaciones privilegiadas entre Líbano y Estados Unidos, principal suminis trador de equipo para el Ejército libanés, junto con Francia, Reino Unido y Alemania Occidental.

Las necesidades del Ejército libanés, debilitado, desorganizado y subequipado tras ocho años de crisis permanente, van a ser examinadas nuevamente con los res ponsables norteamericanos.

En el curso de los últimos meses, varias misiones militares norteamericanas han visitado Líbano. Caspar Weinberger, secretario norteamericano de Defensa, visitó Beirut el pasado mes de septiembre, y se entrevistó con Bechir Gemayel, entonces presidente electo, que sería posteriormente asesinado.

Bechir Gemayel intentó incrementar el número de efectivos del Ejército libanés de 27.000 hasta 100.000 soldados, con el apoyo norteamericano.

El pasado lunes, Frank Carlucci, número dos del Pentágono anunciaba su visita a Beirut. Por último, una delegación milítar estadounidense, compuesta por trece expertos, permanece en Líbano desde hace dos semanas para examinar las peticiones militares libanesas en este sentido.

Sí bien hasta ahora no ha trascendido nada sobre los eventuales resultados de la visita a Líbano de esta delegación militar norteamericana, algunos diarios locales, que citan fuentes libanesas, indicaron que el Ejército tiene necesidad de una primera ayuda estimada en mil millones de libras libanesas, más de 20.000 millones de pesetas.

Programa de salvación

En los úlimos años, Líbano ha recibido ya unos 120 millones de dólares, más de 13.000 millones de pesetas, en equipos militares diversos procedentes de Estados Unidos, ademásde camiones y transportes militares suministrados recientemente bajo la forma de donaciones.

Desde el punto de vista económico, Gemayel examinará con los responsables norteamericanos la puesta en marcha de un ambicioso programa de salvación de Líbano, así como la participación norteamericana en la reconstrucción del país.

El coste global de esta operación, tras ocho años de destrucciones por doquier, es, según se asegura, de más de billón y medio de pesetas. Según se cree en Beirut, Estados Unidos pondrá a disposición de Líbano, en una primera fase, unos 110 millones de dólares (13.000 millones de pesetas).

Esta ayuda, se dice, irá destinada prioritariamente a paliar el problema de la vivienda, mientras otra parte, estimada en unos 5.000 millones de dólares, será destinada a título de ayuda urgente no especificada.

Pero la reconstrucción de Líbano podría ser estimulada mediante una suerte de nuevo plan Marshall, en el cual, además de Estados Unidos, participarían Europa occidental y los países árabes ricos, dentro de un programa del Banco Mundial.

Retirada israelí de Aley

Las unidades blindadas israelíes deplegadas en el sector de Aley, a unos quince kilómetros al sureste de Beirut, evacuaron a primera hora de la mañana de ayer las localidades de Kfar Matta y Abey, y se reagruparon en Kabr Chinun, con vistas a abandonar completamente toda la región, según anunció la emisora oficial Radio Líbano.

Las tropas israelíes reforzaron sus dispositivos en estas zonas el pasado viernes, tras los violentos enfrentamientos entre las fuerzas libanesas (milicias cristianas unificadas) y las milicias del Partido Socialista Progresista (PSP, druso) dirigidas por Walid Jumblatt, que causaron doce muertos y sesenta heridos. Según la radio, el Ejército libanés debe desplegarse por esta región en las próximas horas, cuando culmine la retirada israelí.

Esta retirada estuvo precedida por una reunión, el pasado sábado, entre el jefe del Estado libanés, Amin Gemayel, y representantes del partido de Walid Jumblatt. También asistió el primer ministro de Líbano, Chaffic Wazzan, así como varios líderes políticos y religiosos.

Por otra parte, cuatro personas muerieron el viernes en Beirut por los disparos de soldados que intentaban disolver una manifestación en protesta por un plan de demolición de numerosos edificios contiguos al aeropuerto internacional de Beirut.

Los enfrentamientos alcanzaron una gran violencia cuando la población se opuso a la destrucción de una mezquita que se consideraba peligrosa para el tráfico de aviones. El ejército libanés, cuyos mandos son cristianos en su mayoría, lleva a cabo desde hace varios días numerosas detencíones de musulmanes sospechosos en el sector occidental de Beirut.

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