El derecho a defenderse
Centroamérica, que ha sido calificada de patio trasero de EE UU, vive momentos de suma gravedad. El millón largo de campesinos indios expulsados de sus tierras, con más de mil muertos mensuales, por el régimen del seudopastor Ríos Mont, en Guatemala, o los más de 30.000, también muertos, desde el año 1980, en El Salvador, junto a miles y miles de huidos; la horrorosa situación de Haití o las tensiones en la frontera hondureño-nicaragüense, amén de la deuda pública per cápita más alta del continente en Costa Rica, entre otras, nos hace recordar a la vieja Europa, que. no puede desentenderse de unos problemas que ella ha iniciado allá. En particular, los ciudadanos de nuestro país. La responsabilidad informativa juega importante función y EL PAIS, creo, está actuando muy bien en esto.Yo vengo de la frontera hondureño-nicaragüense, en su parte occidental, junto al río Guasaule. Hay muchas cosas hermosas de las que habría que hablar: campesinos alfabetizados hace dos años que hoy enseñan a leer a sus hijos porque aún no alcanzan los maestros, o nietos que enseñan a sus abuelos, y así otras.
Pero, muy brevemente, quisiera decirles algo: cómo el pueblo nica ha descubierto el derecho a defenderse.
En esa zona en la que trabajo mataban a alfabetizadores (Giorgino Andrade), robaban miles de cabezas de ganado que llevaban para Honduras (fines de 1980 y después), asesinaban a campesinos miembros de nuestras comunidades cristianas (Presentación Ponce, Abel Quintero, Rosendo García), morían soldados hijos del pueblo en enfrentamientos, volaban puentes con explosivos norteamericanos especializados (Río Negro) y, últimamente, el 24 de julio, entraban cientos de somocistas armados con morteros, lanzagranadas, equipos de transmisión modernos y asesinaban a quince hermanos campesinos que defendieron su poblado con fusiles, algunos de los cuales ni siquiera funcionaron, los cuales murieron gritando: "¡Patria libre o morir!" ¿Y hay quien niegue el derecho a defenderse?
Les advierto que yo tengo ficha en la DGS española por participar en manifestaciones no violentas, pacifistas, pero hoy apoyo totalmente el derecho a la detensa civil armada de los pobres. Porque sigo siendo pacifista. /
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