Trabajo bajo tensión en Polonia.
En la fotografía un obrero militarizado trabaja con normalidad en los astilleros Lenin de Gdansk después de los últimos incidentes. Sin embargo, la tensión es evidente en el país y en especial en Nowa Hutta, donde murió el joven Bogdan Mosik, de un disparo en el estómago. El arzobispo de Cracovia, Franciszek Macharski, ofició ayer los funerales y trató de calmar los ánimos de los centenares de manifestantes, pero no pudo reprimir los insistentes gritos de "venganza, venganza" que se escucharon entre la multitud.
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