El Código del Agua

En el programa legislativo para el desarrollo constitucional que el Gobierno presidido por Adolfo Suárez aprobó a primeros de junio de 1979, se fijaba el mes de mayo de 1980 para presentar al Parlamento el Código del Agua, que vendría a sustituir definitivamente a la Ley de 1879 y a sustanciar en un articulado coherente toda la doctrina juridica que, acerca del igua, se encuentra atomizada en decretos-leyes, reglamentos, órdenes y resoluciones que se han venido dictando en razón de las nuevas necesidades que han ido apareciendo a lo largo de los años. Aquel Código del Agua iba en un paquete de 55 proyectos de ley que el entonces ministro de la Presidencia, José Pedro Pérez-Llorca, calificó como' "desafío histórico". (...)El debate nacional consistió en las respuestas escritas a un cuestionario que en mayo de 1979 envió el MOPU a numerosos organismos, corporaciones, entidadese instituciones del país, respuestas que han quedado en el secreto (...).

Pocos días después -el 19 de enero de 1980- de los solemnes actos con que se clausuraba en Tenerife el centenario de la ley de Aguas, aparecía en el BOE un real decreto por el que se regulaba la realización de estudios previos para la planificación hidrológica y en el que se exponía: "Los planes hidrológicos se presentan como un instrumento cardinal de la política hidráulica y habrán de tener una consideración prioritaria en el marco del próximo Código de Aguas" (...).

Lo que después ha venido ocurriendo es que, transcurridos ya dos años y medio desde la formulación del calendario legislativo en junio de 1979, todavía se están redactando en España numerosos planes hidrológicos y estudios de recursos hídricos, no pocos de los cuales, por la agobiante sequía que viene sufriendo gran parte: de España desde, hace unos dos años, han tenido que ser urgentemente corregidos por la incorporación apresurada de una considerable cuantía de presas al plan general. de Obras Públicas del Estado. (...)

14 de octubre