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El presidente de Indonesia acabó ayer su estancia en España

El general Suharto, presidente de la República de Indonesia, abandonó ayer España desde el aeropuerto de Granada, ciudad a la que se trasladó en viaje privado al término de su visita oficial, que finalizó el sábado, día nueve, en Madrid. El comunicado conjunto difundido ayer subraya la especial consideración que mereció a las delegaciones de ambos países "el fortalecimiento de las amistosas relaciones felizmente existentes entre España e Indonesia".

Suharto partió desde Granada a primera hora de la tarde de ayer, con destino a su país. En el aeropuerto fue despedido por las primeras autoridades civiles y militares de la capital andaluza. El jefe del Estado indonesio había llegado el sábado en visita de caracter privado a Granada, donde manifestó que su interés en visitar la ciudad radicaba en que "fue, durante la Edad Media, uno de los centros de la cultura y de la religión musulmana, mayoritarias en Indonesia".El general Suharto había visitado el sábado los palacios de la Alhambra y los jardines del Generalife, acompañado por la ministra de Cultura, Soledad Becerril, y por la noche asistió a un espectáculo flamenco.

"Máxima amistad y cordialidad"

En cuanto al comunicado conjunto, señala que la visita de Suharto ha sido devolución de la que efectuaron a Indonesia, en 1980, los reyes don Juan Carlos y doña Sofia. Entre los acompañantes del presidente indonesio se encontraba Widjojo Nitisastro, ministro coordinador para Asuntos Económicos, Financieros e Industriales de su país.El comunicado señala la atmósfera de "máxima amistad y cordialidad" que preside las relaciones entre los dos países. Los dos jefes de Gobierno reafirmaron, en el curso de.las conversaciones mantenidas en Madrid, "la importancia para los países del mundo del mantenimiento de relaciones pacíficas y amistosas".

Además, ambos gobiernos muestran su preocupación por la situación de Kampuchea, por la continuada ocupación de Afganistán y por el enfrentamiento bélico irano-irakí, deploran la continuada ocupación por Israel de territorios árabes y condenan su reciente agresión al Líbano, y se manifiestan de acuerdo para apoyar todo esfuerzo que conduzca a una paz justa y duradera en esta última región, sobre la base del respaldo a los derechos legítimos del pueblo palestino.

Ambas delegaciones "comprobaron con satisfacción el avance de las relaciones bilaterales ( ... ) y decidieron su fortalecimiento por medio del fomento de la cooperación, especialmente en los terrenos económico, tecnológico y científico".

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