Dos heridos muy graves por la explosión en unos laboratorios de Barcelona, cuyo peligro había sido denunciado por los vecinos
Dos personas resultaron heridas ayer de extrema gravedad al producirse una explosión en los laboratorios Vinyals, ubicados en el número 265 de la calle Llull de Barcelona. IA explosión se produjo a las 13.30 y alcanzó de lleno a dos de los empleados de los laboratorios. Los vecinos habían denunciado repetidamente los riesgos que supone el funcionamiento de las instalaciones y exigido su traslado a zona no habitada
El accidente se produjo, según el parte elaborado por los bomberos, durante el trasiego de un bidón de éter, que cayó y rodó por el suelo, hasta entrar en contacto con unos recipientes de alcohol almacenados en la sala. Carmen Santamaría Planas trató de controlar el bidón, según explicaron sus compañeros, pero no lo logró. El químico Felipe Lascorz acudió en su ayuda y fue alcanzado también de Reno por la explosión.Los laboratorios tenían una salida por la parte trasera de la manzana, que da al pasaje Borrell. La onda expansiva pudo dirigirse hacia las partes delantera y trasera del inmueble, lo que impidió que resultasen dañadas las viviendas situadas encima. La explosión produjo una onda expansiva tan potente que arrancó de cuajo la puerta delantera y la lanzó hacia la calle hecha astillas. Un coche aparcado frente al edificio resultó también muy dañado. Afortunadamente, nadie pasaba en ese instante ante la puerta de los laboratorios.
Grandes quemaduras
El químico Felipe Lascorz pudo salir por su propio pie por la parte delantera del edificio, pero totalmente ensangrentado. Trasladado urgentemente a la unidad de grandes quemados de la Residencia Sanitaria de Valle Hebrón, se le apreciaron quemaduras en el 70% de su cuerpo, por lo que su estado fue calificado como muy grave.
Carmen Santamaría fue auxiliada por sus compañeros, que lograron sacarla del laboratorio en llamas por la parte trasera. Envuelta en una manta, pues sangraba abundantemente, fue trasladada a la Residencia Sanitaria de Valle Hebrán. Sufre quemaduras en el 93% de su cuerpo y su estado es desesperado.
Los daños materiales fueron importantes dentro del laboratorio, pero no fuera. Una dotación de bomberos con cinco coches sofocó el incendio. Los responsables de la empresa fueron presa de un gran nerviosismo, por lo que durante más de dos horas no se supo cuántos heridos había en realidad, lo que contribuyó a crear más malestar entre el vecindario, que había denunciado en varias ocasiones las molestias ocasionadas por el laboratorio.
Cuando el siniestro estuvo totalmente controlado, los vecinos del pasaje Borrell pidieron a la Guardia Urbana información sobre dónde debían presentar una denuncia contra la empresa, para que traslade su centro de trabajo a una zona no habitada. Los más afectados fueron los vecinos de las siete plantas construidas sobre los laboratorios por la propia empresa y vendidos hace cuatro o cinco años.
Quejas de los vecinos
"No debería tolerarse que industrias peligrosas como éstas estén debajo de viviendas habitadas. Varias veces hemos llamado a la Guardia Urbana por el olor que salía de estos bajos. Hace poco se produjo un escape de algún gas y el olor era insoportable en toda la casa. La Guardia Urbana nos dijo que no era peligroso, pero hoy hemos tenido el susto que tanto temíamos", explotaba uno de los vecinos del inmueble.
"No es la primera vez que se produce un accidente", comentaban los vecinos de las casas unifamiliares del paseje Borrell. "En los últimos meses se han producido pequeños accidentes, que no han tenido apenas importancia, pero que ya revelaban la peligrosidad de estas instalaciones. La última vez fue una pequeña explosión provocada por una rotura de una conducción de gas, según dijeron los responsables. Hoy ha sido grave, pero todavía hubiera podido serlo más".
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