Beguin teme las repercusiones de una política moderada palestina
Las declaraciones de los líderes palestinos Fartik Kadumi y Nayef Hawatmeh sobre la posibilidad de una coexistencia pacífica y un diálogo entre un Estado palestino establecido en Cisjordania y Gaza y el Estado de Israel no han sido comentadas en medios gubernamentales israelíes."No hay que reaccionar a las tomas de posición, sean las que sean, de los terroristas asesinos de la Organización para la Liberación de Palestina", se comenta en el entorno del primer ministro, Menájem Beguin.
Sin embargo, se ha podido saber que estas palabras de los dirigentes palestinos, que aparentemente reflejan una reorientación de la política de la OLP, inquietan, en el fondo, a los dirigentes de Tel Aviv. Ya hay quien se pregunta cuál será la reacción de Washington si el próximo Consejo Nacional Palestino adopta la nueva línea preconizada por Hawatmeh y Kadumi. Se teme que los consejeros del presidente Ronald Reagan, y en primer lugar el secretario de Estado, George Shultz, y el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, insistan sobre el jefe de la Casa Blanca para que Washington emprenda, al fin, el diálogo con una OLP realista y políticamente respetable.
Los dirigentes israelíes están, además, cada vez más preocupados por las fisuras aparecidas en la coalición gubernamental. La dimisión del ministro de Energía, Yitzhak Berman, seguida de la rebelión del diputado del Likud Dror Zeigerman, provocadas por las matanzas de los palestinos en Beirut, fueron las primeras señales. A los pocos días, el ministro de Educación, Zevulun Hammer, dirigente del Partido Nacional Religioso, dijo en televisión que estaba contra una política de anexión que no "respeta a los palestinos".
Más inquietante para Beguin puede ser la reacción del diputado Beni de Shatila a las propuestas de Hawatmeh y Kadumi. "Si los palestinos renuncian a la destrución de Israel, prevista en su Constitución, debemos disponernos al diálogo, aunque se trate de miembros de la OLP", dijo a la radio israelí este joven e influyente diputado del Likud.
Como de costumbre, el partido laborista ha adoptado una posición blanda. Shimon Peres se ha limitado a reiterar su tesis clásica: "Estamos contra la creación de un Estado palestino en Cisjordania y Gaza".
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