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Tres jefes militares, detenidos por presunta conspiración contra el Estado

Dos coroneles y un teniente coronel del arma de Artillería fueron detenidos ayer en Madrid por mandos militares, a los que acompañaban inspectores del Cuerpo Superior de Policía. A los tres detenidos se les ha aplicado la ley antiterrorista y se encontraban anoche incomunicados en distintos centros castrenses. Según las informaciones disponibles, los datos que pusieron en marcha la operación de la Seguridad del Estado fueron facilitados por el CESID (Centro Superior de Información de la Defensa) y alertaban sobre una intentona en preparación para el próximo día 27, jornada de reflexión previa a las elecciones legislativas. No se descarta que haya otros implicados. El Rey, que se encontraba en Oviedo, regresó a Madrid antes de lo previsto.

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En una escueta nota oficial, el ministerio de Defensa afirmaba que "se han obtenido documentos de los que parece deducirse la presunta implicación de los detenidos en actividades contra la seguridad del Estado". Por otra parte, varios militares procesados por su participación en la rebelión militar del 23-F, -se citan concretamente los nombres de Milans del Bosch, Torres Rojas, Tejero y Pardo Zancada-, que se encuentran en acuartelamientos del Ejército, pasaron durante la tarde de ayer a la situación de incomunicados.Fuentes oficiosas del ministerio del Interior informaron anoche a EL PAI S que la constancia de que existía alguna operación desestabilizadora en marcha se tuvo a primeras horas de la mañana de ayer, a partir de las investigaciones realizadas por los servicios de información de la Defensa desde hace tiempo sobre personas cuyos nombres no son conocidos. La documentación ocupada a los detenidos ofrece indicios de que podía estar en marcha un "golpe de mano" para la fecha previa a las elecciones legislativas, y concretamente sobre los preparativos necesarios de logística y neutralización de comunicaciones. La investigación no ha concluido, según las fuentes mencionadas, ya que se investigan las ramificaciones existentes en unidades militares de varias provincias.

De una primera evaluación de la documentación ocupada a los detenidos se desprende, según fuentes del Ministerio de Defensa, indicios de la preparación de una conspiración militar. Los jefes detenidos son los coroneles Luis Muñoz Gutiérrez y Jesús Crespo Cuspinera y el teniente coronel José Crespo Cuspinera, hermano del anterior. Se desconocen por el momento las circunstancias que han rodeado a la detención de los tres militares, ni el alcance de la operación en la que pudieran estar involucrados.

El hermetismo en torno a lo sucedido fue la característica de las últimas horas de ayer. Las fuentes oficiales del ministerio de Defensa se remitieron exclusivamente a la nota del CRISDE, que dice textualmente: "En el día de hoy, y como resultado de las investigaciones llevadas a cabo por los ministerios de Defensa e Interior, se ha procedido a la detención por mandos militares, acompañados por miembros de las fuerzas de seguridad del Estado de las siguientes personas: coronel Luis Muñoz Gutiérrez, coronel Jesús Crespo Cuspinera y teniente coronel José Crespo Cuspinera. Asimismo se han obtenido diversos documentos de los que parece deducirse la presunta implicación de los detenidos en actividades contra la seguridad del Estado. La investigación de esas actividades prosigue activamente por parte de los servicios del Ministerio de Defensa, con los mandos militares competentes, en cooperación con los del Ministerio del "Interior".

Posteriormente, fuentes oficiosas indicaron que las detenciones se realizaron en la mañana de ayer en Madrid. Varios inspectores de policía y jefes militares se presentaron en cada uno de los domicilios de los tres militares, a quienes comunicaron la orden de detención y les trasladaron a dependencias castrenses. En concreto, un general y cinco inspectores de policía participaron en la detención del coronel Luis Muñoz. Las actuaciones citadas fueron seguidas de minuciosos registros domiciliarios.

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Milans del Bosch y otros condenados por la rebelión del 23-F se encuentran incomunicados

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Parte de la documentación ocupada a los detenidos podría estar relacionada con alguno de los procesados por la rebelión militar del 23 de febrero de 1981. Parece que esta fue la razón por la que se ordenó ayer tarde, como medida preventiva, la incomunicación de varios de los condenados por aquellos hechos, entre otros los generales Milans y Torres Rojas, así como el teniente coronel Tejero y el comandante Pardo Zancada. Los abogados defensores de estos últimos afirmaron que no habían recibido comunicación oficial de la medida adoptada, y el defensor del teniente general Milans calificó la misma de "ilegal".

Las primeras sospechas de que sucedía algo anormal en el estamento militar se produjeron a última hora de la mañana de ayer, al conocerse que los capitanes generales de Madrid y Sevilla, que tenían prevista su asistencia a diversos actos en Extremadura, habían regresado de forma precipitada a sus puestos de mando.

El capitán general de Madrid, Ricardo Arozarena, había llegado en la noche del viernes a Cáceres para realizar a mediodía de ayer una visita al acuartelamiento Infanta Isabel. En el programa de la visita, remitido por el gobernador militar a los medios informativos, se señalaba que estaba prevista la presencia del capitán general de Madrid en la jura de bandera que se celebrará hoy en Cáceres.

Realizada la revista de las tropas, el teniente general Arozarena recibió una llamada telefónica tras la cual precipitó su regreso a Madrid.

Idéntica situación se produjo en Badajoz, donde el capitán general de Sevilla asistía ala jornada final de unas maniobras militares hispano-francesas. Los periódicos locales anunciaban en sus ediciones de ayer la presencia del capitán general de Sevilla, Manuel Saavedra Palmeyro, pacense de nacimiento, en la inaguración de la Feria Regional del Campo Extremeño, que iba a celebrarse por la tarde en la localidad de Zafra. Sin embargo, aquel regresó precipitadamente a la capitanía de Sevilla tras recibir una llamada telefónica a última hora de la mañana. Medidas similares se adoptaron por parte del resto de los capitanes generales que se encontraban en esos momentos fuera de sus puestos habituales.

Regreso del Rey a Madrid

A su vez, el capitán general de la VII Región, que acompañaba al rey Juan Carlos en su visita a Oviedo, fue requerido con urgencia al teléfono durante el almuerzo ofrecido con motivo de la entrega de los premios Príncipe de Asturias. El programa de los actos se mantuvo como estaba previsto, pero a media tarde se adelantó la hora de la recepción oficial con la que aquellos debían finalizar. Don Juan Carlos, que tenía previsto pernoctar en un hotel de Oviedo, regresó a Madrid minutos después de las 21 horas de ayer.

Las primeras informaciones procedentes de las provincias extremeñas, donde se habían desatado los rumores a primera hora de la tarde, indicaban que eran doce los detenidos: seis coroneles y seis tenientes coronales. Sin embargo, la nota del CRISDE, antes citada, sólo menciona a dos coroneles y un teniente coronel. El resto de las fuentes oficiales consultadas no facilitaron ningún otro dato al respecto. Por su parte, el jefe del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, permanecía a última hora de ayer en su casa de Ribadeo (Lugo).

El director de la Seguridad del Estado, Francisce, Laína, declaró anoche a EL PAIS que no podía hacer aún juicios de valor sobre si la situación es preocupante. Calificó de "normal" la medida de que los capitanes generales regresaran rápidamente a sus puestos de mandó una vez advertida la anormalidad, y dijo que no podía confirmar ni desmentir si había civiles implicados en la presunta conspiración. "Esto se ha descubierto porque siempre hay una investigación coordinada entre Defensa e Interior", agregó.

Los tres detenidos pertenecen a Artillería

Los tres militares detenidos ayer en Madrid pertenecen al arma de Artillería. En las escalillas del Ejército de Tierra -que son de principios de año- aparece el coronel Luis Muñoz como destinado en la Escuela de Mandos Superiores del Ejército, y anteriormente había sido director de la Academia de Artillería de Segovia. Su detención fue llevada a cabo por un general y cinco inspectores del Cuerpo Superior de Policía, que portaban una orden de detención por presunta conspiración a la rebelión. El detenido fue trasladado a las dependencias del Servicio Geográfico del Ejército, donde se efectuó la vista de la causa por el 23F. En cuanto al coronel Crespo estaba destinado en el Regimiento de Artillería Antiaérea 71, y el teniente coronel Crespo en el IMEC (Instrucción militar escala de complemento) del distrito de Madrid. Uno de los hermanos Crespo Cuspineda había sido citado en un reciente reportaje de la revista Interviú como asiduo visitante de Tejero.

El teniente general Jaime Milans del Bosch pasó ayer a la situación de incomunicado en la Academia de Artillería de Fuencarral, donde cumple la condena que le fue impuesta por su participación en la rebelión militar del 23 de febrero de 1981. La misma medida fue adoptada respecto a otros condenados, entre los cuales figuran el general de división Luis Torres Rojas y el teniente coronel Antonio Tejero. La incomunicación de los militares se produjo a primera hora de la tarde. El abogado del teniente general Milans y la esposa de éste tenían previsto visitarle ayer por la tarde, pero hacia las 14.30 fueron advertidos por teléfono de que no podrían ver al general.

Durante el juicio por la rebelión del 23 de febrero, el teniente general Milans, uno de los procesados -y posteriormente condenado- declaró que la solución Tejero no era la única que había en marcha en España con anterioridad al golpe del 23-F, sino que "había otras". Al referirse a la puesta en marcha de las diversas "soluciones", Milans mencionó varias veces la existencia de "grupos agresivos", que en el argot militar eran conocidos como "de los coroneles", "de los tenientes coroneles" y "de los guardias civiles".

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