La Sociedad Laboral ELSA espera 122 millones desde 1981 para sobrevivir
Los 493 trabajadores de la empresa ELSA -una firma fundada en 1897 y que destacó en las huelgas de 1974- se quejan de que la Administración no cumple sus compromisos con celeridad. Desde noviembre de 1981 están esperando 122 millones para acometer la última fase de la reestructuración de la antigua fábrica de vidrio. Hasta el momento, los trabajadores han ido sacando la empresa a flote, tras una reducción de plantilla y un replanteamiento tecnológico.La empresa ELSA de Cornellà, dedicada a la fabricación de vidrio de mesa, que había escapado de la crisis gracias a su transformación en una Sociedad Anónima Laboral (SAL), está encontrando serias dificultades para llevar adelante el Plan de Viabilidad aprobado por la Administración, al no recibir el préstamo de 122 millones de pesetas concertado con el Gobierno en noviembre de 1981.
Esta misma semana representantes de los partidos políticos PSC-PSOE, PSUC, CDC y de los sindicatos CC OO y UGT enviaron una carta al ministro de Trabajo solicitando la inmediata remisión de los fondos del crédito acordado. Para acelerar la consecución del préstamo, el comité de empresa, acompañado del alcalde de Cornellà , Federico Prieto, y del diputado comunista Cipriano García, se trasladaron a Madrid el pasado jueves para entrevistarse con el secretario general de la Unidad Administrativa del Fondo Nacional de Protección al Trabajo, Clemente Fernando San Hipólito. El viaje fue totalmente inútil, ya que, como en ocasiones anteriores, el secretario faltó a la cita sin explicación previa, según informan fuentes laborales.
La histórica empresa ELSA es el arquetipo de transformación empresarial por lo que a las SAL se refiere. Industria familiar creada en 1897 por la familia Vilà, destacada saga catalana del textil, había sido una empresa tradicional de la primera fase de industrialización en la comarca del Baix LLobregat. "Estuvo siempre regida en plan paternalista y familiar, no efectuándose en los últimos veinte años inversión alguna para mejorar los sistemas de producción y la rentabilidad, por lo que poco a poco se fueron agravando los; costes y reduciéndose los beneficios de la empresa" manifiesta el actual presidente del comité.
Para el movimiento obrero del Baix LLobregat, ELSA es también una referencia histórica. En el año 1974, un conflicto por los cambios en los sistemas de trabajo y los bajos salarios arrancó la primera huelga general del Baix LLobregat, tras 55 días de paro en la factoría.
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