Fracasa una propuesta de la UNCTAD para que se compense la 'fuga de cerebros'

Los países industrializados boicotearon en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) un proyecto de resolución de los países en desarrollo, que pretende que los estados ricos, beneficiados por la fuga de cerebros, paguen a sus países de origen el coste de su formación.

El proyecto en cuestión pide que la UNCTAD realice una evaluación sobre lo que cuesta a los países en desarrollo la formación de profesionales, para luego exigir a los países industrializados que se benefician de sus servicios la restitución del coste de formación. Laproposición de los países en desarrollo se basa en un estudio sobre coste financiero producido por la fuga de cerebros hacia países ricos.

Canadá fue el país que mayor énfasis manifestó al oponerse al proyecto. Según las cifras del Comité Intergubernamental para las Migraciones (CIM), Canadá se benefició, solamente entre 1976-1981, de la llegada de 3.000 profesionales de los países en desarrollo. Pakistán y la India son los estados que mayor cantidad de profesionales ha suministrado a Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.

Los países pequeños, los más afectados

La fuga de cerebros es un problema que comienza a afectar también a los países latinoamericanos y, según las cifras del CIM, ocho de cada diez cerebros fugados se han dirigido hacia Estados Unidos. Proceden principalmente de México, Colombia y Argentina, pero el efecto negativo de lasfugas se ha hecho sentir sobre todo, y de forma más dramática, en los países más pequeños y con menos recursos económicos, como Costa Rica, El Salvador y Nicaragua, donde el número de profesionales y técnicos es menor y los que abandonan las universidades y laboratorios nacionales no pueden ser facilmente sustituidos.Hasta ahora, entre las medidas adoptadas para combatir la fuga de cerebros figuran los programas del CIM de retorno de talentos, basados en otorgar facilidades e incentivos económicos a los profesionales que deseen regresar. La UNCTAD, en su reunión sobre Transferencias de tecnologías, se propone atacar el problema al revés, es decir, penalizando a los países ricos. Estos, de haber sido aceptado el proyecto de la UNCTAD, deberían pagar la inversión que los países en desarrollo gastaron en la formación del profesional y, a través de un cálculo del aporte de éste al desarrollo económicos del país, deberían retribuir lo que, por otra parte, perdió el país que lo formó.