Un juez invoca la 'ley divina' para no aplicar la legislación vigente sobre el matrimonio en una demanda de divorcio
La sentencia dictada el 24 de julio pasado por el juez de Pozoblanco, (Córdoba), Pedro Yun Díaz, en la que se rechaza una demanda de divorcio por mutuo acuerdo por invocación del Derecho divino natural, al que dicho juez se siente vinculado por su creencia católica, ha dado lugar a la apertura de diligencias informativas sobre el caso por parte del Consejo General del Poder Judicial. A dicho órgano de gobierno de la Magistratura sólo le competen legalmente atribuciones de carácter disciplinario sobre la actuación de los jueces y siempre que la decisión judicial haya adquirido firmeza.
La sentencia reconoce que la demanda se adapta a los presupuestos exigidos por la ley para conceder el divorcio por mutuo acuerdo- los demandantes, casados en 1953, viven separados de hecho desde 1959, es decir, más del mínimo de los cinco años legalmente exigidos, presentaron el oportuno convenio regular y además no tienen hijos- pero el juez la rechaza en virtud de lo establecido por la doctrina católica sobre la indisolubilidad del matrimonio, "ya que", dice, "el juez que dicta esta resolución pertenece a ese credo".En su argumentación el juez se remonta al Evangelio de San Mateo: "Lo que Dios unió no lo separe el hombre", sigue con el Concilio de Trento: "Si alguno dijera que la Iglesia yerra cuando enseñó y enseña que, conforme a la doctrina del Evangelio y los apóstoles, no se puede desatar el vínculo del matrimonio, sea anatema", y concluye con la cita de diversos documentos sobre el matrimonio, de Benedicto XIV, Pío VI, Pío VII y de la instrucción colectiva del episcopado español de 23 de noviembre de 1979.
La antinomia entre la legislación civil y la doctrina católica sobre el matrimonio es resuelta por el juez Yun Díaz apoyándose en citas de alocuciones del Papa Pío XII y de Pablo VI a juristas católicos, a favor de la doctrina católica, ya que la indisolubilidad del matrimonio es parte integrante del bien de la persona y ,,ante una ley que se halle en contraste directo con el bien de la persona el cristiano no puede dejar de oponer su rechazo, cortés y firme a la vez, recordando las palabras del apóstol Pedro ante el Sanedrín: es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres".
La conclusión final que lleva al juez a rechazar la. demanda de divorcio es la de que "de lo expuesto aparece clara y terminante la oposición existente entre el Derecho divino natural y positivo y la legislación civil, y para el juez es axiomático que debe prevalecer aquél sobre ésta, como lógica consecuencia de la dependencia de la criatura con respecto a su Creador".
Juez Yun: "Mi sentencia no se ajusta a Derecho"
Por otra parte, Antonio Méndez Jurado, letrado cordobés, informó ayer a nuestro corresponsal, Sebastian Cuevas, que en nombre de su cliente, María Josefa Díaz Cano, natural de Villanueva de Córdoba y vecina de Madrid, ha recurrido ante la Audiencia Territorial de Córdoba la sentencia recaída en la demanda por divorcio por mutuo consenso entre María Josefa. Díaz y su esposo, Bartolomé Colmenero Torralbo, natural y vecino de Villanueva.La esposa reside actualmente en la residencia provincial de Ancianos, situada en el kilómetro 13 de la carretera de Colmenar viejo, y vive separada de su esposo desde que en 1959 vino a Córdoba a trabajar como empleada de hogar.
La sentencia fue dictada por el juez Pedro Yun, que interinamente lleva el juzgado de primera instancia de Pozoblanco, y que ha dictado sentencia denegatoria de divorcio por razones de conciencia.
El juez Pedro Yun, con 37 años de ejercicio, próximo a jubilarse, de profundas convicciones católicas, manifestó telefónicamente a EL PAIS que ha entrado en crisis de conciencia: "Reconozco que mi sentencia no se ajusta a Derecho, pero también sé que es provisional y que existen tribunales superiores que encontrarán en ella motivo de casación, dictando otra más ajustada a la ley.
El juez Yun Díaz, que insiste en que ejerce su cargo en interinidad, suele repetir en su medio habitual que él no se encuentra capacitado para romper un vínculo matrimonial, por lo que varios casos de demanda de divorcio llevan algún tiempo congelados en el juzgado, esperando, según él, su jubilación. Sólamente ha aceptado resolver algunas de mandas de separación.
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