La naviera Euroflot cierra sus oficinas de Santander
La dirección de la naviera cántabra Euroflot, perteneciente al grupo del mismo nombre que preside el argentino, nacionalizado español, Roberto J. Slinin, procedió en la tarde del pasado viernes al cierre de sus oficinas en Santander y al desalojo de los cuarenta administrativos que en ella trabajaban. Esta medida de fuerza adoptada por la empresa coincide con la denegación, por la Dirección Provincial del Ministerio de Trabajo, del expediente de suspensión, durante seis meses, de la relación laboral de los 238 trabajadores que componen la plantilla de la citada naviera.En la mañana de ayer representantes del comité de empresa de la naviera Euroflot presentaron ante la Magistratura de Trabajo de Santander una denuncia por presunto cierre ilegal del centro de trabajo.
El cierre fue decidido por la dirección de la empresa argumentando las "graves indisciplinas" cometidas por los trabajadores.
Los representantes de éstos, sin embargo, consideran que el cierre de las oficinas centrales de la naviera Euroflot se ha debido a un doble objetivo: en primer lugar, evitar que las investigaciones de organismos oficiales en torno a la situación económica y la actividad pasada de la empresa "puedan contar con información de primera mano en posesión del personal administrativo de la naviera"; en segundo lugar, para situar a la autoridad laboral ante "hechos consumados, como ha sido el caso de los otros centros de trabajo: los buques, amarrados y su tripulación desembarcada sin contar para ello con autorización legal".
Según un portavoz del comité de empresa de la naviera, la situación es "de extrema gravedad y supone un desafío a la decisión de la Dirección Provincial de Trabajo", añadiendo que "con ella no sólo se alejan las posibilidades de percibir los salarios que se nos adeudan -mitad del mes de julio, agosto y septiembre-, sino que se deja totalmente abandonadas a algunas de las tripulaciones de buques de la empresa, embargados en diversos puertos".
De los cuatro buques que se encuentran en esa situación, el Senia S, embargado en el puerto británico de Felixtow por una empresa alquiladora de contenedores, y el Alajandra S, en el puerto de Santander, embargado por la tripulación, a la que se adeuda 4.500.000 pesetas, se encuentran sin nadie a bordo.
En el caso contrario se hallan el Karen S, detenido en el puerto indio de Bombay desde hace veinte días por impago de combustible por parte de Euroflot.
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