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Breznev tiende la mano a Pekín para normalizar las relaciones

El líder soviético, Leónidas Breznev, ahogó ayer en Baku (capital de la República soviética de Aserbaiyán) por la normalización de las relaciones ruso- chinas. Breznev -que se encuentra en Baku para imponer a la República de Aserbaiyan la Orden de Lenin- mostró también su confianza en que la Conferencia de Madrid concluya con la convocatoria de una conferencia europea sobre desarme.

El jefe del Estado soviético tendía ayer la mano a China, justo pocos días antes de que, en Pekín, rusos y chinos reanuden negociaciones sobre sus problemas fronterizos y abran, así, una vía de diálogo. El Kremlin aún no ha anunciado cuándo comenzarán estas negociaciones, de las que sólo se tienen noticias más o menos indirectas gracias a fuentes oficiales chinas.En círculos diplomáticos de Moscú se rumorea que el jefe de la delegación soviética para las conversaciones de Pekín será el viceministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Leónidas Ilitchev, buen conocedor de China y representante de su país en la Conferencia de Madrid.

Breznev -que indica no poder demostrar su cansancio mientras leía ayer su discurso en Baku-, afirmó que "sería importante normalizar y sanear las relaciones entre la URSS y China", sobre la base del "sentido común, del respeto y del beneficio mutuos", lo que, unido a las "relaciones de amistad y cooperación" que existen entre la URSS y varios países asiáticos, "sería una buena contribución al refuerzo de los fundamentos de la paz y la estabilidad en Asia y en el mundo entero".

El Kremlin ha seguido con gran atención la evolución seguida por Pekín desde la muerte "hace seis años" de Mao Zedong. En general, la Prensa soviética -fiel exponente de los puntos de vista del Kremlin- se ha mostrado confiada ante esta evolución, si bien ha criticado también con dureza la política exterior china, que, a su parecer, no ha variado sustancialmente.

Delegación deportiva

El 24 de marzo pasado, Leónidas Breznev, tuvo palabras similares a las de ayer para con sus vecinos chinos, en un discurso pronunciado en Tashken (capital de la República soviética de Uzbekistán). Durante los meses transcurridos desde entonces, sólo se produjo una novedad al respecto cuando el Kremlin decidió enviar a Pekín una delegación deportiva, siguiendo así los pasos del ex presidente norteamericano Richar Nixon y su política del pimpón.Breznev mostró también ayer en Baku sus deseos de que la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) de Madrid finalice con la convocatoria de una conferencia europea sobre desarme, lo que sería, a su modo de ver, "el paso inmediato más indicado para consolidar la distensión". Igualmente, el líder soviético subrayó "el papel constructivo y pacífico" desempeñado en Madrid por los países neutrales y no alineados de Europa.

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