El Ayuntamiento de Gijón mantiene su petición de que sean repatriados quinientos súbditos portugueses
El Ayuntamiento de Gijón, de mayoría de izquierda, mantiene firme su criterio de que sean repatriados los portugueses indocumentados y de imposible integración en la sociedad, que actualmente residen en el poblado de Villacajón. Estas personas, alrededor de quinientas, encuentran un fuerte rechazo entre los gijoneses que habitan el vecino barrio de Tremañes. Desde el momento en que el municipio presentó a la policía una primera relación de cien portugueses para su repatriación, en medios próximos a la Dirección General de la Seguridad del Estado, único organismo competente para tomar esta medida, se observa un creciente distanciamiento respecto a la actitud de la corporación gijonesa.
El hecho de que la iniciativa de expulsar a los portugueses considerados irrecuperables en el plan de integración social haya sido tomada por un municipio de mayoría de izquierda podría encontrar serias resistencias en el Gobierno central, que tendría ante sí una oportunidad espléndida para acusar veladamente de racistas a los concejales socialistas de Gijón.Luis Aurelio Sánchez, presidente de la comisión municipal de Bienestar Social y concejal socialista, dijo a EL PAIS que sus declaraciones sobre el conflicto de los portugueses indocumentados han sido mal interpretadas en varias ocasiones por algunos periódicos de Asturias. "Jamás intentamos", agregó, "realizar nosotros mismos la expulsión porque somos suficientemente conscientes de que carecemos de competencia para ello. Pero es cierto que al explicar nuestra preocupación sobre la aparición de numerosos casos de mendicidad y sobre los conflictos planteados por algunos portugueses en Tremañes, muchos de ellos sin documentación alguna y sin trabajo declarado, hemos encontrado el apoyo de la policía, que se mostraba satisfecha de que fuéramos nosotros quienes diéramos el primer paso con la presentación de una lista de personas que consideramos irrecuperables dentro del plan municipal dirigido a erradicar el chabolismo en Gijón. Muchos de los portugueses que viven sin documentación, sin trabajo y en condiciones infrahumanas exigen por su propia dignidad una salida que acabe con esta situación. La tolerancia demostrada en este aspecto por las autoridades españolas no tiene parangón en Europa".
Entre tanto, el secretario de Estado portugués de Emigración, José Vitorino Melo, afirmó que el Gobierno español le había garantizado que no realizará expulsiones masivas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Marginados
- Marginación
- Pacifismo
- Mortalidad
- Servicios sociales
- Portugal
- Inmigrantes
- Principado de Asturias
- Gobierno autonómico
- Movimientos sociales
- Inmigración
- Política social
- Grupos sociales
- Europa occidental
- Comunidades autónomas
- Política exterior
- Migración
- Política autonómica
- Gobierno
- Demografía
- Administración autonómica
- Administración Estado
- Europa
- Problemas sociales
- Administración pública