El PSOE confía en que la banca colabore en la política financiera
El PSOE considera que existe por parte de la banca una posición favorable a la concertación en materia financiera para los programas de inversión pública y de reestructuración, declararon ayer los expertos de este partido en la presentación de su política financiera. Hacer ahora concreciones mayores, continuaron, sería ilógico, ya que antes tienen que celebrarse las elecciones generales. Los objetivos primordiales de dicha política financiera deben ir orientados a dejar el posible riesgo de una nueva crisis bancaria y evitar el desmantelamiento de la industria por la aplicación de una política liberal pura.Respecto al primer punto, el PSOE, a través del Banco de España, insistiría ante todas las entidades de crédito para que repartieran menos dividendos, aumentando así las reservas y las dotaciones para morosos, fallidos u otros riesgos. La banca privada, dentro del esquema de actuación socialista, debe recuperar su papel de inversor y promotor en el sector industrial y de servicios.
Julian García Vargas coordinador del área financiera del programa socialista, declaró que su partido tratará de convencer a la banca privada para que esta se dote de los mecanismos necesarios de salvaguardia que haga innecesaria la presencia del sector público en las operaciones ole salvamento de bancos en crisis. Pero, añadió, mientras no ocurra esto y los fondos que se manejen procedan prioritariamente del sector público, el Estado hará uso de la opción de compra, total o parcial, prevista en la legislación actual.
Respecto a la banca extranjera afirmaron que había en estos momentos una saturación de entidades en España, como demuestran las intenciones de algunos bancos de cerrar sucursales. Por ello se piensa que, sin merma de la adecuación paulatina a las estructuras vigentes en la CEE, en un futuro próximo no parece lógico autorizar nuevas instalaciones.
Las cajas de ahorros fueron objetos de especial atención. Se señala la necesidad de democratizarlas realmente, acercarlas al entorno geográfico en el que se desenvuelven con el objetivo básico de que vuelvan a recuperar su función primordial: estar al servicio de las comunidades en que fueron creadas.
Una negativa total a la posibilidad de que las cajas participen en el capital de algunos bancos, las existentes deberían desaparecer de forma gradual, y el rechazo a la expansión fuera de su región, aunque se reconocen los problemas actuales, fueron las afirmaciones más tajantes de los socialistas.
