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Margaret Thatcher mantiene su potencial electoral

Andrés Ortega

"Regresad a vuestros distritos y preparaos a gobernar", señaló hace un año el líder liberal británico David Steol, en la clausura del congreso anual de su partido. Ayer tarde, este congreso volvió a reunirse, en Boumemouth, bajo otros augurios: la alianza liberal-socialdemócrata está perdiendo ímpetu. La última encuesta de opinión (Mori, para la BBC) les otorga tan sólo un 14% de las intenciones de voto. Frente a ellos, el Partido Laborista, con un 37%, y los conservadores, con un 47%.La primera ministra Margaret Thatcher mantiene toda su fuerza, basada, según los observadores, en su sentido del liderazgo, a pesar de las críticas a las que se ha visto sometida y de los problemas económicos.

Con el congreso liberal se abrió ayer la tradicional ronda de otoño de las grandes reuniones de los partidos políticos británicos. La alianza liberal-socialdemócrata está en aprietos, como lo muestra esta encuesta en la que alcanza la cota más baja desde la formación del Partido Socialdemócrata (SDP) hace un año y medio. La alianza, mantiene un perfil confuso sobre su programa político y el electorado espera propuestas concretas.

Existen también escollos entre liberoles y socialdemócratas sobre el reparto de los distritos electoraIes. Aunque ya han sido resucitoq seiscientos casos, quedan los cincuenta más espinosos, pues en ello los liberales han echado profundas raíces. La encuesta mencionada muestra asimismo que resulta más fácil que seguidores socialdemócratas voten por liberales que al revés.

El Partido Laborista, por su parte, ha recuperado cierta popularidad. Su congreso anual verá la lucha del liderazgo por la expulsión del partido de la llamada 'tendencia militante" (trotskista). El problema que pudiera plantear Michael Foot, el líder más impopular de la historia del laborismo, no será decidido en esta ocasión. Foot seguirá al frente de un parti do cuya política el propio ex primer ministro laborista Harlold Wilson ha calificado de "prehistórica".

Bárbara Casde, diputada laborista en el Parlamento Europeo, ha hablado en público del liderazgo claro y populista de la primera ministra Margaret Thatcher, cuyo mensaje ha sido entendido -lo cual no equivale a aprobado- por el electorado. "Frente a este fide razgo", señaló Castle, "está la con fusión del laborismo".

El paro ha pasado de un millón de personas, a 3,2 millones desde que Thatcher llegó al poder en mayo de 1979. La producción sigue estancada. La inflación, sin embargo, parece estabilizada en un 8% anual. El congreso sindical (TUC) y la patronal, Confederación de la Industria Británica, han insistido a Thatcher que varíe el rumbo de su política económica de recorte del gasto público. Thatcher no cambia de política, y si acaso, podría llegar a endurecerla.

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