Se entrega, tras 66 horas, el hombre que secuestró a sus dos hijos en Vigo
El padre de familia que, provisto de varias escopetas, había secuestrado a sus dos hijos en su propio domicilio, se entregó voluntariamente a última hora de la tarde del sábado tras 66 horas en esta actitud. José Vidan fue trasladado en una ambulancia al Hospital Psiquiátrico El Rebullón, en las afueras de Vigo. Sus dos hijos, de siete y cinco años, habían sido liberados por la policía un día antes, como informó EL PAÍS en su edición de ayer.Esta no era la primera vez que José Vidán Vázquez, de 40 años, conductor de autobuses urbanos, sufría crisis depresivas. Las anteriores no habían transcendido del ámbito familiar, pero cuando en la madrugada del jueves echó a su esposa de casa, cargó una de las escopetas de caza, se encerró en el piso con sus dos hijos y amenazó con disparar sobre quien intentara entrar en la vivienda, la madre temió seriamente por la seguridad de los niños.
Liberación de los niños por la policía
El aviso de la esposa a la policía no fue una denuncia formal, según manifestaron fuentes de comisaría, sino una llamada de ayuda. Los agentes establecieron un minucioso dispositivo de vigilancia en espera de que el secuestrador se agotara. Previamente, éste había lanzado un disparo de intimidación por la ventana del inmueble. Pasadas cuarenta horas, dos inspectores del Cuerpo Superior de Policía aprovecharon un ligero descanso del padre para forzar la cadena de la puerta y liberar a los pequeños, que se encontraban en perfecto estado, pero el secuestrador volvió a encerrarse en la vivienda.Por fin, tras 66 horas en esta actitud, y por mediación de familiares y amigos que hablaron con él a través del portero automático, José Vidan se dejó conducir por una ambulancia al centro psiquiátrico El rebullón. El volante de ingreso en el centro estaba en poder de la esposa.
El protagonista de este suceso había causado baja en la empresa concesionaria del transporte urbano donde prestaba servicios como conductor de autobús. Recientemente había sufrido una intervención quirúrgica. La policía encontró en el piso dos escopetas de caza y una carabina, con la correspondiente munición.
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