Emilio Massera, acusado de pertenecer a la Logia P-2

El almirante Emilio Massera, ex comandante de la Armada argentina y uno de los jefes históricos del golpe de Estado que derrocó a Isabel Perón en 1976, es desde hace varios días blanco de graves acusaciones, recogidas de manera destacada por la Prensa y que amenazan con provocar un gran escándalo.El ex secretario de Estado para la Economía bajo la presidencia de Jorge Videla, Juan Alemann, denunció el jueves en la Radio y en la Televisión "la pertenencia del almirante Massera a la logia masónica P-2 y los vínculos estrechos que le unían al gran maestre Licio Gelli".

Estas nuevas acusaciones de Alemann han provocado nuevas revelaciones sobre otros líderes políticos y diplomáticos, principalmente de Tomás Anchorena, ex embajador de Argentina en París, que implican, en diversos grados, a la Armada y a su ex comandante en jefe en varios asuntos de secuestros, asesinatos y de manejo de fondos reservados durante los años más duros de la guerra civil.

Alemann ha acusado además a Massera de mantener un verdadero ejército privado, y de haber sido, entre 1976 y 1978, el instigador de secuestros y asesinatos.

Alemann citó la desaparición, en 1977, del embajador de Argentina en Venezuela, Héctor Hidalgo Sola, y el secuestro en diciembre de 1978 de la ex agregada de Prensa de la Embajada argentina en París, Elena Holmberg, cuyo cuerpo fue recuperado días más tarde.

Anchorena, entonces embajador en Francia, indicó que Holmberg había sido Ilamada a Buenos Aires debido a sus fricciones con oficiales de la Marina encargados del servicio de Prensa, puesto especialmente en marcha en París para contrarrestar la campaña antiargentina", que se desarrollaba ante la proxirnidad del Mundial de Fútbol, depués de la desaparición de dos religiosas francesas, Leonia Duquet y Alicia Domont.

El hermano de la víctima, Eugenio HoImberg, afirmó que su hermana había sido silenciada porque tenía pruebas de las vinculaciones de Massera a la P-2.