Se acentúan las diferencias en la coalición social-liberal que gobierna en Bonn
La dirección del partido socialdemócrata alemán, SPD, rechazó categóricamente ayer por antisociales las propuestas del ministro liberal de Economía, Otto Lambsdorff. La respuesta del SPD al paquete previsto por Lambsdorff acentúa el divorcio entre los dos partidos de la coalición que gobierna en Bonn.
Las propuestas del ministro de Economía, que pasa por ser un decidido partidario del fin de la alianza socialdemócrata-liberal en favor de una coalición por la derecha con la oposición cristiano-demócrata, están en contradicción abierta con el discurso sobre el estado de la nación pronunciado el jueves pasado ante el Parlamento por el canciller federal Helmut Schmidt.El "proyecto de política de lucha contra el crecimiento débil y el paro" prevé cortes drásticos en los logros sociales de los trabajadores alemanes, logros que defienden a capa y espada tanto los partidarios de Schmidt -quienes preguntan ya a los liberales si Lambsdorff no pretende dinamitar la alianza de gobiemo de una vez por todas- como los sindicatos.
Entre las medidas perfiladas por el ministro de Economía figura rebajar del 68% al 50% del último salario neto la indemnización percibida por los parados en sus tres primeros meses de desempleo. El subsidio de paro durará como máximo un año, aun en caso de enfermedad.
Para que ningún tabú social quede en pie, Lambsdorff quiere suprumir las ayudas para las vacaciones con motivo del parto y también a los estudiantes; en el proyecto liberal, éstos deberían reembolsar el dinero cuando finalicen sus estudios. Los retirados, por su parte, tendrán que participar en el pago de su seguro de enfermedad.
El plan del ministro liberal está destinado a paliar un déficit suplementario de diez mil millones de marcos (más de cuatrocientos mil millones de pesetas) en el presupuesto federal para 1983, que acusa ya unos números rojos globales de casi treinta mil millones de marcos. Los funcionarios, que se han manifestado dos veces en Bonn la semana pasada para expresar su descontento, caen también bajo el punto de mira del plan de austeridad, que prevé una limitación del aumento de sus sueldos.
Socialdemócratas y liberales de izquierda han condenado sin paliativos el plan de Lambsdorff, que le había sido pedido por el canciller Schmidt y que no fue divulgado hasta el domingo. Los comentarios van desde "la destrucción de la paz social de la República Federal de Alemania" hasta el "liberalismo económico frío y antisocial". En términos generales, las propuestas que tan hostil acogida han recibido coinciden con las avanzadas por la oposición cristiano-demócratata.
El presupuesto económico para 1983 debe ser debatido esta semana en el Parlamento y se espera que los planes del conde Lambsdorff levanten ampollas entre los diputados alemanes. Los socialdemócratas se inclinan por un impuesto complementario y temporal sobre los ingresos más altos para financiar las medidas contra el paro. El proyecto del conde Lambsdorff, ha señalado el portavoz oficial del SPD, o se corresponde con la política oficial del partido en los terrenos económico, financiero y social.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.