La sequía provoca situaciones de 'alerta roja' en más de 60 poblaciones de la cuenca del Ebro

Más de sesenta poblaciones de la cuenca del Ebro -pertenecientes, doce a la provincia de Tarragona, diez a Lérida, trece a Burgos, seis a Huesca, tres a Terruel y diecisiete a Zaragoza- se encuentran en alerta roja al tener problemas en el suministro de agua por la sequía. Otras muchas poblaciones sufren dificultades a la hora de suministrarse o por tener contaminada el agua, si bien el problema no llega a extremos alarmantes.

Asimismo los embalses de la cuenca se hallan a la mitad de su capacidad, y en concreto el pantano del Ebro, situado en la cabecera del río y del que se suministra La Rioja, Navarra y Aragón, está al 30% de su capacidad total de embalse.Ante esta situación, 150 alcaldes, concejales y representantes de otras tantas localidades se han reunido en Zaragoza para analizar el problema y buscar soluciones alternativas. Tal como manifestó Ramón Sainz de Varanda, alcalde de Zaragoza, se trata "de un serio cambio de impresiones entre los distintos ayuntamientos afectados para estudiar la viabilidad de actuaciones conjuntas frente a los problemas planteados. Es necesario ir hacia una política tan inteligente como solidaria que no lesione los intereses ni de los agricultores, ni de los industriales, ni de los ayuntamientos que deben tomar su agua curso abajo de las grandes poblaciones".

A lo largo de la jornada se expusieron, a cargo de técnicos especialistas, dos ponencias tituladas Sanidad y agua y Problemática de abastecimiento, distribución y depuración de vertidos, siendo idea generalizada el hecho de que la Administración ha de arbitrar una política integral para la depuración de las aguas.

En el debate final se sucedieron diversas intervenciones. Asi, el alcalde de Pamplona, Juan Balduz, planteó la necesidad de ir hacia una regulación integral de la cuenca del Ebro y una planificación funcional e inteligente de las depuradoras. El alcalde de Vitoria, José Angel Cuerda, hizo un llamamiento a la solidaridad interregional como única alternativa a los serios problemas que sufre el valle del Ebro. Miguel Angel Marín, primera autoridad municipal de Logroño, recalcó la necesidad de concienciar a los ciudadanos consumidores sobre la problemática del agua.

La contaminación y la sequía han sido los dos grandes problemas que más preocupación despertaron entre los alcaldes y concejales reunidos, proponiendo como soluciones y alternativas: la regulación de los ríos de toda la cuenca y solicitar información exhaustiva sobre el estado actual de los embalses, pues a veces la información es contradictoria según sea la fuente.