Atentados contra dos sucursales bancarias en Valencia y en Valladolid

Dos artefactos hicieron explosión en la madrugada de ayer en sucursales bancarias de Valencia y Valladolid sin que hasta ahora ningún grupo se haya responsabilizado de la autoría de los atentados. No se produjeron desgracias personales y los daños materiales son cuantiosos en ambos casos.La primera de esas explosiones se produjo entre las 3.50 y las 5.00 horas en la sucursal del banco Central en Valencia situada en los bajos de los números 83 y 85 de la calle de San Vicente. El artefacto estaba compuesto de aproximadamente dos kilos de Goma 2 o algún explosivo similar y había sido depositado en una ventana. La onda expansiva destrozó completamente el despacho del director de la entidad bancaria, afectando también al interior del local, a las ventanas del edificio, a las casas colindantes y a vehículos de las inmediaciones.

Las secciones sindicales de Comisiones Obreras y de UGT de la empresa Unión Naval de Levante han expresado su más enérgica repulsa por el atentado. Los sindicatos salen así al paso de la coincidencia del atentado y el conflicto que mantienen con la empresa naviera, de la que es propietario mayoritaro el banco Central. En un comunicado, los sindicatos señalaron ayer que querían "clarificar que estamos totalmente en contra de cualquier tipo de acción violenta, que desvirtúa los intereses de los trabajadores y cuyo significado terrorista sólo intenta confundir a la opinión pública, en perjuicio de nuestras reivindicaciones".

En Valladolid, también en una sucursal del banco Central, en la calle del Duque de la Victoria, se produjo una explosión alrededor de las seis de la mañana de ayer. Fuentes policiales señalaron que el artefacto seguramente estaba compuesto de Goma 2 y un mecanismo de relojería que estalló poco después de haber sido colocado, causando graves desperfectos en la fachada y en la de otra sucursal bancaria situada enfrente.

En Bilbao, la Guardia Civil explosionó en la madrugada de ayer un paquete, colocado en la plaza donde se encuentra la comandancia, ante la sospecha de que pudiera tratarse de una bomba.