Schmidt desafía a la oposición de la RFA a que presente una moción de censura
En el debate parlamentario sobre el estado de la nación, el canciller federal alemán, el socialdemócrata Helmut Schmidt, desafió ayer al líder de la oposición, el democristiano Helmut Kohl, a que se atreva a presentar la moción de censura para derribarle. A sus aliados de Gobierno, los liberales (FDP), Schmidt les pidió que se definan, y digan claramente si desean abandonar la coalición.
El presidente liberal, el ministró de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, se escabulló como pudo para no dar una respuesta clara a la pregunta que ocupa a todos: "¿Cuándo abandona el FDP la coalición social-liberal?".Más que el estado de la nación, se debatió en Bonn la situación de la coalición. Schmidt empezó en tono menor su discurso de dos horas ante el Bundestag, con los tópicos habituales de que "otros países están peor que nosotros". El canciller alcanzó uno de los momentos estelares de su carrera parlamentaria cuando pasó a hablar "no en nombre del Gobierno federal" y apeló a los derechos que le concede la Constitución como canciller federal.
Schmidt empezó a desmontar la figura de su oponente, el democristiano Kohl, a quien le negó capacidad para el cargo de canciller y dejó claro que la estrategia de la oposición no da ninguna respuesta a los problemas del país.
Schmidt desafió a Kohl a que presente la moción de censura constructiva para ser elegido canciller por el Bundestag y después "convocar nuevas elecciones, porque el canciller necesita no sólo la legitimidad de la Constitución". De un solo golpe, Schmidt dejó al descubierto a Kohl, que no quiere correr el riesgo de la moción de censura, y a los liberales, que temen en estos momentos las nuevas elecciones.
Schmidt dejó claro que no está dispuesto a dimitir, pero "tampoco estoy pegado al sillón", y dijo a sus compañeros de coalición, los liberales, que, si desean acabar con la coalición, deberán legitimar ese cambio con nuevas elecciones. Cuando Schmidt concluyó, el presidente socialdemócrata, Willy Brandt, se levantó de su escaño y estrechó largo rato la mano del canciller.
Kohl empezó su discurso con un ataque contra Schmidt, a quien acusó de ser el canciller que hizo "mayor escarnio de la verdad en la historia" de la RFA. Kohl pidió a Schmidt la convocatoria inmediata de nuevas elecciones.
Se esperaba con expectación el discurso de Genscher a primera hora de la tarde. El presidente liberal consiguió, una vez más, escabullirse y ganar tiempo, sin dar una respuesta exacta sobre sus verdaderas intenciones. Genscher dijo que la discusión sobre el presupuesto de 1983 será la piedra de toque de la coalición. De esa forma, Genscher deja la puerta abierta para abandonar la coalición en el momento más favorable, si el resultado de las elecciones de Hesse lo permite.
Genscher fue ayer muy aplaudido por los bancos de la oposición democristiana, pero Schmidt le ha puesto difícil el cambio de pareja.
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