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García Díez pide un aumento del 50% en las cuotas del Fondo Monetario Internacional

España, que hoy será elegida país presidente de la asamblea general del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial del año próximo, pidió ayer un importante incremento de las cuotas que pagan los países miembros a ambas organizaciones financieras con el fin de aumentar los recursos de asistencia a los países en desarrollo y hacer frente así "a la magnitud de los actuales desequilibrios de la economía internacional'.Juan Antonio García Díez, vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Comercio, situó este incremento, pese a "lo incómodo que es avanzar una cifra", en una cantidad que coloque los recursos del FMI por encima de 100.000 millones de, dólares. Esto supone un aumento de un 50% aproximadamente, es decir, la mitad de lo solicitado por el grupo de los veinticuatro (que engloba a los países en desarrollo) y en línea con lo pedido por los países europeos más importantes.

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Al rechazar implícitamente la posición norteamericana, cuyo representante se ha opuesto a subidas que superen más del 10% o 20%, el vicepresidente del Gobierno también exigió que este aumento de cuotas, previsto dentro de la octava revisión, "debería conducir a una distribución más en concordancia con las responsabilidades financieras respectivas de los países miembros de la economía mundial". La revisión de cuotas de acuerdo a estos principios daría más votos a España dentro de las organizaciones y limitaría los de países como Estados Unidos, cuyos votos superan el peso específico de su economía.

La intervención de Juan Antonio García Díez, en el tercer día de sesiones de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, fue deliberadamente corta, aunque opinó sobre todos los problemas planteados en estos momentos en la economía occidental. Por vez primera en muchos años, el discurso huyó de las largas interpretaciones sobre las dificultades o logros que el Gobierno español de turno ha tenido para llevar a cabo su política económica.

El ministro de Economía y Comercio partió de la gravedad del momento, caracterizado por la "persistencia de ' un clima de desajuste y estancamiento en la economía mundial'.

Juan Antonio García Díez añadió que los problemas de recesión y desequilibrios de la economía occidental se ven agravados por la fuerte tendencia a resolverlos mediante el proteccionismo en el terreno comercial. "Ceder a las presiones del proteccionismo equivale a retrasar las adaptaciones a la nueva estructura de ventajas comparativas y dificulta la recuperación de la economía mundial", dijo.

Para los países en desarrollo, Juan Antonio García Díez, anticipó unas perspectivas más sombrías que para los desarrollados, aunque finalmente, dijo, terminará por afectar también a éstos.

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