Francia necesita año y medio de "rigor económico", según Pierre Mauroy

Francia necesitará 18 meses de "rigor económico" para restablecer los "grandes desequilibrios", es decir, para conseguir -que no se produzcan discordancias en el concierto paro- precios- salarios- comercio exterior- divisas- presupuesto.

Este objetivo, anunciado a la prensa en la noche del domingo por el primer ministro, Pierre Mauroy, indica, según se deduce tanto de las palabras de Mauroy como de los comentarios que originaron, que tras los cuatro meses de congelación de precios y salarios que está viviendo Francia, habrá una salida paulatina del frío y un año económico 1983 tibio.A continuación 1984 sería, según el primer ministro, el princípio de la realización de los grandes objetivos del septenio, periodo para el que Fránçois Mitterrand fue elegido presidente de la República. Por el momento, el Gobierno procederá a salir del bloque o de salarios y precios sin brusquedad, o sea, sin volver a la plena libertad. Para los precios se pasará del bloqueo a la "regulación", esta última en el marco de acuerdos relativos a diversos sectores.

Poder adquisitivo

En el sector público, el aumento de las tarifas de los servicios será limitado a 1983 y no sobrepasara, por término medio, el 8%, cifra que coincide con el objetivo gubernamental de inflación anual.El principio en materia de salarios es que, tras la congelación, recuperen este año el poder adquisitivo y lo mantengan en 1983, estando prevista incluso una mejora de dicho poder en el caso de sueldos bajos. Pero para las personas que cobren más de 20.000 francos (más de 320.000 pesetas), la cantidad que sobrepase esta cifra no sera tomada en cuenta para el aumentó de sueldo.

Se confirma así la voluntad de favorecer el poder adquisitivo de los trabajadores más desfavorecidos, manifestada en el hecho de que en los últimos 12 meses el salario minimo aumentó un 17,5% y los precios un 11,9%.

Para el diario conservador Le Figaro, esta política económica anunciada por Mauroy "no separece en nada a la que realizó hasta ahora".

Esta es, en términos generales, la crítica de la oposición, que recuerda los objetivos iniciales de crecimiento económico próximos al 3% y que, en el año en curso, no superarán el 1,7%.

En los medios próximos a la actual mayoría socialista se nota cierta reserva ante esta austeridad mitigada. Esta reserva parece estar inspirada en las cifras, que según las previsiones, indicarán el saldo de 1982 y la base para comenzar 1983: una inflación del 10,1%, un déficit del comercio exterior del orden de 80.000 a 90.000 millones de francos (alrededor de billón y medio de pesetas), más de dos millones de parados y un franco víctima de repetidos ataques que sin embargo, no tiene en el horizonte una tercera, devaluación.