El Banco Hipotecario y la Caja Postal competirán juntos con la banca privada en la captación de ahorro
El Banco Hipotecario, la mayor entidad de crédito oficial, ultima estos días un convenio de colaboración con la Caja Postal de Ahorros, que trata de convertirse en gran 'banco' nacional. El acuerdo puede ser firmado en septiembre y aspira a ser extendido luego al Banco Exterior de España, el banco más público de los privados. Su objetivo es crear por primera vez, aunque con carácter experimental, fórmulas de competencia para competir con el sector privado en la captación directa de ahorro.
Los primeros borradores del convenio, según fuentes de las entidades implicadas, se basaban en un acuerdo suscrito a finales de 1978 entre el Banco de Crédito a la Construcción y el Exterior de España. Sin embargo, durante las negociaciones, iniciadas tras la absorción de aquel banco oficial por el Hipotecario, ha sido ampliado el alcance del proyecto, que en su configuración actual supone concretar los hasta ahora tímidos intentos de hacer competitiva a la banca oficial.
Nuevas operaciones
El pacto entre Crédito a la Construcción y Banco Exterior se limitaba a permitir a los clientes del Hipotecario cobrar a través de las oficinas del octavo banco español, lo que se estima ha podido generar a éste unos beneficios de 340 millones de pesetas. Ahora, el convenio con la Caja Postal de Ahorros prevé tanto operaciones activas (sobre todo de administración de préstamos) como pasivas (colocación, de cédulas hipotecarias, abrir cuentas de ahorro, realizar los pagos y cobros consiguientes, etcétera).Para la Caja Postal de Ahorros, la única organización de crédito y ahorro totalmente estatal, pues la banca oficial no capta dinero del público y el Exterior funciona como privado, pese a su participación mayoritaria del Estado, el convenio puede permitirle reforzar sus proyectos de convertirse en un 'banco' nacional (véase EL PAIS del pasado 6 de marzo). Las reiteradas declaraciones de agrevisidad comercial con respecto al sector privado no han sido respaldadas por los números. En los dos últimos años ha perdido cuota de mercado en favor de los bancos, no tanto como el conjunto de las cajas de ahorro. Representaba el 1,8% del total al terminar 1979 y bajó al 1,71% hasta febrero pasado.
La Caja tiene 246 oficinas propias y utiliza, por un contrato de contraprestación de servicios, 1.382 puestos de Correos y Telégrafos. Desde hace un año procede a extender sus servicios, con el objetivo de funcionar como un banco. Y en enero pasado fue autorizada a desviar mayor parte de sus beneficios, superiores a 4.000 millones de pesetas, hacia inversiones de expansión (nuevos servicios y un centenar de oficinas propias al año).
Además de recibir comisiones por la administración de préstamos del Hipotecario (más de medio billón de pesetas repartidos en 800.000 créditos), la Caja Postal puede recibir clientes potenciales entre los del Hipotecario que se acerquen a sus oficinas para realizar alguna operación. O también puede completar las operaciones de éste (las hipotecas cubren un porcentaje tope del valor de los pisos, según su extensión o su calidad de protegidos o libres). De hecho, la mayor parte de los créditos de la Caja, que reúne 250.000 millones de pesetas en depósitos, se destinan a vivienda.
No obstante, el carácter experimental del convenio limitará en principio su ámbito a las mayores oficinas de la Postal, aunque tiene vocación de llegar a las cincuenta mayores y posteriormente a otras, según fuentes del Hipotecario. Uno de los problemas existentes al respecto es que tanto el Hipotecario corrio la Postal están sumidos en la implantación paulatina de redes informáticas, que se basan en diversos sistemas (IBM y Univac).
Las limitaciones de la banca oficial
En contraste con su masa de créditos, el Hipotecario tiene sólo siete oficinas: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Santiago, Las Palmas y Tenerife, la mayoría situadas en pisos, al parecer porque tradicionalmente ha estado mal vista en España la actividad hipotecaria. Ello obstaculiza cualquier plan de competencia con el sector privado en la captación de ahorro, aunque aporta la ventaja comparativa de poder facilitar créditos más baratos, porque sus costes de transformación del dinero (procedentes del personal y de las oficinás, principalmente) apenas rozan un punto, frente a los tres o cuatro de la banca privada, que supera también en esto a las cajas de ahorro.Según fuentes del Hipotecario, el convenio cuenta con el apoyo dé las autoridades económicas. Entre éstas, según otros medios, el tema de la expansión ha sido estudiado durante los últimos meses dentro de los proyectos de reforma de la banca oficial. Y han descartado una expansión generalizada, por opinar que la captación de pasivo en los primeros años sería mínima y, en cualquier caso, elevaría los costes de transformación.
"Más fácil que abrir sucursales", ha declarado una alta fuente de la Administración, "sería nacionalizar cualquiera de los grandes bancos españoles". Pero no existe propósito alguno en este sentido, ni siquiera dicha fuente ha querido precisar si en su día hubo pacto expreso o tácito entre la banca y el Gobierno para descartar la competencia a la banca privada, a cambio de que ésta, facilitara a la oficial recursos baratos (el saldo de las cédulas para inversiones, pagadas a menos del 8%, se aproxima al billón de pesetas). La Ley de Crédito Oficial indica que los bancos oficiales sólo pueden realizar operaciones relacionadas con su actividad típica.
En esta línea, los planes más ambiciosos de apertura de sucursales de la banca oficial se limitan a siete agencias técnicas del Banco de Crédito Agrícola, que coloca parte de su dinero con ayuda destacada de cajas de ahorro y rurales, y a otras tantas del Hipotecario, en varios años. En 1981 y 1982 ha sido aplicada cierta homogeneiz ación. a las nuevas sucursales de bancos oficiales, y para 1983 se estudia la posibilidad de realizar un convenio unificado.
Por ello, el convenio del Hipotecario con la Caja, que podría ser extendido al Banco Exterior de España, es considerado por sus promotores como lo mejor dentro de lo posible. A su juicio, su finalidad es práctica (podría ser suscrito incluso con alguna entidad privada con destacada implantación en alguna zona a donde no se llegue por otros medios). Añaden que no tiene relación alguna con la ¡dea socialista y comunista de crear una banca pública competitiva con la privada en tomo al Banco Exterior y con la eventual incorporación de alguno de los bancos en crisis que han requerido recursos públicos para su reflotamiento.
De hecho, el Banco Hipotecario, que ha trabajado también a través de las sucursales del Banco de España, tuvo como intermediarios a bancos y cajas en su reciente emisión de 2.000 millones de pesetas de cédulas al portador. Los bancos colocaron un 14,61% de la emisión, y las cajas, otro 13,29%, si bien la mayor parte corresponde a la Caja Postal (en total, 150 millones de pesetas), que, en cierta, forma se ha destacado así en sus deseos de colaborar con el Hipotecario.
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