Mejora el cabo de la Guardia Civil herido el miércoles en un atentado en Munguía

El cabo de la Guardia Civil Pedro Robles, gravemente herido el pasado miércoles en un atentado registrado en la localidad vizcaína de Munguía, ha experimentado "una evolución aceptable en cuanto a su estado general", si bien todavía se considera prematura "cualquier modificación en el pronóstico de gravedad", según un parte médico facilitado ayer. Pedro Robles fue intervenido quirúrgicamente, en la madrugada del miércoles, por espacio de diez horas.

Por otra parte, se mantiene el misterio sobre las dos muertes violentas producidas en la madrugada del miércoles al jueves último en Bilbao y que fueron, en principio, consideradas como sendos ajustes de cuentas relacionados con el mundo de la droga. La Jefatura Superior de Policía de Bilbao distribuyó ayer la fotografía de una de las víctimas, José Luis Varona Zorrilla, cuyo cadáver fue hallado en el interior de un garaje a primera hora de la tarde del día 26, si bien su muerte se había producido, al parecer, entre doce y veinticuatro horas antes. La policía solicita testimonios de quienes hayan podido ver a José Luis Varona, del que se sabe que tenía antecedentes que le relacionaban con el tráfico de estupefacientes, en las horas inmediatamente anteriores a su muerte. Tampoco se sabe gran cosa de las circunstancias en que pudo producirse el asesinato de Francisco Javier Angulo Fernández, ingresado en el hospital de Cruces en la creencia de que había sufrido un accidente de tráfico, pero cuya autopsia revelaría la existencia de dos impactos de bala en el tórax.Angulo Fernández, que prestaba sus servicios en la empresa encargada de la recogida de basuras en el municipio de Guecho, fue hallado gravemente herido por sus compañeros cuando su equipo realizaba su trabajo habitual en el barrio de Las Arenas, hacia las dos de la madrugada del jueves. Creyendo que había sido atropellado por el propio camión de la basura, o que había sufrido una caída, sus compañeros avisaron a la Cruz Roja, una de cuyas ambulancias le trasladó a su vez al hospital de Cruces.

Como los dos impactos de bala que serían descubiertos al realizarse la autopsia, presentan orificios de entrada y salida, la policía no ha podido determinar si la munición empleada por los autores del atentado es del mismo tipo que la hallada en el garaje donde fue descubierto el cadáver de Varona Zorrilla.