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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Nos dirigimos a usted

para aclarar los últimos acontecimientos acaecidos en Nicaragua, que tuvieron como corolario la muerte de tres personas y en donde se vieron involucrados sacerdotes españoles. Estos acontecimientos aparecieron en la edición del día 19 de agosto, jueves, con el siguiente título: Insurrección popular contra el régimen sandinista, según un sacerdote español, reflejando las opiniones, una intolerancia y odio impropios de un pastor cristiano. En Nicaragua existe toda una campaña de grupos interesados en crear un enfrentamiento entre la Igiesia católica, mayoritaria en nuestro país y la revolución. Instrumentalizando el caso de un sacerdote católico encontrado en actos contrarios a la moral, jóvenes del MDN, partido de derecha que abandonó la vía cívica que permite el sistema de pluralismo político existente, para iniciar una lucha fratricida y contrarrovolucionaria, intentaron tomarse colegios de Managua, con el apoyo de la Federación Nacional de Educadores Católicos, a la vez que agredían a los estudiantes que deseaban recibir clases. En Masaya, estos grupos, con el apoyo de las autoridades del colegio Salesiano, entre ellos el sacerdote Moratalla, se tomaron dicho colegio, que es vecino al heroico pueblo de Monimbó. En la acción arrebataron a una patrulla de la policía, que intervino para poner el orden, siete pistolas y un fusil, refugiándose inmediatamente en el colegio Salesiano. El pueblo de Monimbó, trajabadores y jóvenes humildes, al enterarse de esa acción, salieron en manifestación, siendo recibidos a balazos por los ocupantes del colegio, causando la muerte a tres de los manifestantes populares que, sin embargo, hicieron huir a los agresores. Las autoridades capturaron después del criminal atentado a 81 personas, de las cuales sólo 9 eran de la ciudad de Masaya, siendo el resto personas de Managua que habían viajado con un plan preconcebido para los actos violentos. La mayoría de esas personas fueron puestas en libertad veinticuatro horas después de haber sido arrestadas.Toda esta actividad, señor director, está encaminada a crear divisiones en la familia nicaragüense y, por otra parte, a crear un estado de opinión a nivel internacional favorable a la intromisión y la agresión directa por parte de Estados Unidos o interpósitos Gobiernos del área, haciendo creer que en Nicaragua existe una guerra religiosa, cuando lo que se da es una manipulación de la religión. Los sectores antipitriotas de Nicaragua, sin capacidad para ganarse un pueblo que ha escogido el camino de la libertad, el progreso y la indepencia, crean este tipo de provocaciones para plantear con ayuda de las transnacionales de la información un supuesto confrontamiento de la revolución con la Iglesia.

Con respecto a la "condena norteamericana" que aparece en la información, no nos queda más que decir que un Gobiemo que destina diecinueve millones de dólares para acciones subversivas de la CIA en Nicaragua, mientras nos niega préstamos para la compra de trigo, que entrena a genocidas somocistas en Miami Y California, que recientemente aprobó un presupuesto militar sin precedentes que incluye el desarrollo de armas químicas, que suministró bombas prohibidas por la Convención de Ginebra al Ejército israelí para cometer el genocidio libanés y que rechazó en el Consejo de Seguridad todas las propuestas para pararlo, que se niega prepotentemente a conversar con Nicaragua para que en esa región haya paz y seguridad, que ni una sola vez ha condenado los crímenes cometidos contra sacerdotes católicos asesinados en países "amigos de Estados Unidos", no tiene autoridad moral ni puede gozar de beneficio de ser creído por parte de la opinión pública española. Es, además, absolutamente evidente y demostrable que en Nicaragua las fuerzas armadas jamás han capturado a un sacerdote, ni lo han vejado, ni han profanado un templo.

Con estos hechos, señor director, ni nuestro Gobiemo, ni nuestro pueblo pueden sentir la euforia del sacerdote Moratalla. Lo que sí sienten es que cada día toman más cuerpo las amenazas de agresión contra Nicaragua. Nuestro país quiere que la paz y el respeto mutuo campeen siempre. / Encargado de negocios. Embajada de Nicaragua.

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