Un nuevo Lemóniz

( ... ) En La Voz de Asturias del día 12 se podía leer exactamente: "La energía nuclear, por último, cuenta con la próxima puesta en funcionamiento de los grupos I de Ascó y II de Almaraz. Estas centrales, sin embargo, no podrán funcionar a más del 50% de su capacidad, ya que un defecto en el grupo de vawpor -que en estos momentos trata de resolverse- impide topes superiores, so pena de fugas radiactivas y problemas en general que sobrepasan las medidas de seguridad". La frase es tremenda, amenazadora, en un mundo hipersensibilizado por el tema de la contaminación por radiaciones.Estag palabras del señor Del Pozo se difundieron por España vía agencía Efe; como era natural, ante eso, no él sino el comisario general de la Energía, Luis Magaría, desmintió su contenido. En un colega se dice, de modo asombroso, que lo hizo'"quitando importancia al problema". Del Pozo, por su parte, actuó en Televisión Española el día 12 de agosto. Se desdijo parcialmente, o matizó lo que se ponía en su boca en Gijón, pero dejó viva la duda, porque todo lo embamuó para el español medio, quien para escapar del citado síndrome de miedo nuclear hubiera querido, en vez de una matización tibia, una declaración mítica: la de que el señor Sánchez había mentido en su fesumen de La Voz de Asturias. Al no hacerse así, las matizaciones no eliminaron algo muy grave: que un director general de la Energía o bien no sabía explicar con coherencia lo que sabía -y en tal caso, como titular de un cargo de confianza, debía desaparecer de él-, o bien ante presiones variadas accedía a matizar, pero no a hablar sinceramente. ( ... )

Para detener el alud que se nos viene encima es urgente aclarar lo que ha sucedido de cierto en la ciudad asturiana. Alguien guardará una pinta magnetofónica, un resumen para la Prensa, o será posible aducir de los presentes un testimonio serio de lo que señaló el señor Del Pozo. Si éste dijo lo que afirmó La Voz de Asturias debe pasarse a un obligado segundo momento: destituirlo fulminantemente si es cierto lo declarado por el sefíor Magaña; o destituir a éste si es cierto lo que afirmó el señor Del Pozo. Y si el señor Del Pozo no dijo nada de eso de las fugas radiactivas debe obligarse a La Voz de Asturias a que rectifique y restañe, hasta el límite de sus posibilidades, el gravísimo daño que entonces habría inferido a la econcimía nacional y a la tranquilidad pública. Ignacio Sánchez, su corresponsal en la Feria de Muestras de Gijón, o se ha hecho acreedor a un alto premio de periodismo o a que se le abochome públicamente. No hay término medio.

La economía española tiene una crisis gravísima, que se generó a finales de 1973, precisamente desde la energía. La única salida para que no continúen creciendo paro, precios y endeudamiento en el exterior pasa por la solución de este problema. Y eso no se va a lograr si con la máxima difusión no se aclara toda la verdad. Nos jugamos mucho para andar con más confusiones. ( ... )

, 24 de agosto