La 'guerra de las cruces' provoca continuas escaramuzas en la capital polaca

Desde el pasado viernes, la plaza de la Victoria de Varsovia, en donde cada día cientos de polacos expresaban silenciosamente ante la cruz de flores levantada en memoria del cardenal Wyszinski su oposición al estado de sitio y su apoyo a Solidaridad, se encuentra rodeada por un muro de dos metros y cerrada al público por obras. Pero prosigue la batalla que desde hace semanas libran las autoridades y la población por esa gran cruz de flores que está siendo reconstruida en otras zonas de la capital.

La plaza se había convertido en centro de concentración de personas, que cada día formaban filas ante la cruz de flores situada en el centro para dejar fotos del líder sindical,Lech Walesa y otros símbolos de resistencia.

Las autoridades militares polacas, buscando, evidentemente, enfriar el caldeado ambiente de cara a la convocatoria de Solidaridad para el próximo día 31, han iniciado trabajos de canalizaciones en la plaza, con lo que las paradas de autobuses que había en la zona han sido desplazadas a otros lugares y se ha prohibido el estacionamiento en torno a la plaza.

Esta victoria táctica del Gobierno no ha impedido, sin embargo, que la población prosiga su pequeña guerra de las cruces, con escaramuzas diarias. Ayer varios centenares de personas se concentraron junto a una cruz de flores en memoria de Wyszynski, ante la iglesia de los Salesianos, en el barrio antiguo de Varsovia. Al lado de la cruz, que termina en forma de V y en cuyo pie han colocado retratos de Walesa, los manifestantes entonan canciones religiosas y patrióticas. El pasado sábado la policía disolvió a un grupo de personas que se había concentrado ante otra cruz de flores, colocada ante la iglesia de Santa Ana.