La explosión de Luanco se cobró la undécima víctima, al morir ayer un herido por la onda expansiva

La explosión de gas ocurrida el martes en el bar El Bodegón, de Luanco, se cobró ayer una nueva víctima,- la úndecima al fallecer uno de los heridos, Raimundo García Piqueras, de 29 años, soltero, internado en la Residencia Sanitaria de Gijón de diversas heridas producidas por la onda expansiva. Mientras, la niña Marta de Diego Alvarez, única superviviente de su familia, se repone de sus heridas en la residencia sanitaria de Oviedo. El ministro del Interior, Juan José Rosón, en representación del Gobierno, y las primeras autoridades asturianas, presidieron ayer en el cementerio de La Carriona (Avilés) el responso por las diez víctimas del siniestro. La familia real dirigió un telegrama al gobernador civil de Asturias en el que le expresa su condolencia por el accidente y pide que haga llegar el pésame á las familias de las víctimas.

El gobernador civil ha manifestado -tras la reunión con el director general de la Energía y técnicos de este departamento- que no se han encontrado indicios de que la explosión fuera causada por una sustancia diferente al gas propano. Sin embargo, los técnicos de la compañía del gas manifestaron que no se puede afirmar taxativamente que fuera el propano el causante de la catástrofe. La instalación del mesón La Bodega había sido revisada el día 13 con resultados satisfactorios.

Funeral por la familia De Diego

Más de un millar de personas se dieron cita en la iglesla parroquial San Francisco de Asís, en Oviedo, en la Mañana de ayer, para asistir al funeral de cuerpo presente por las cinco víctimas de la familia de Rafael de Diego. Con algo más de media hora de retraso alrededor de las doce, llegaron los tres vehículos fúnebres procedentes de La Carriona, portando los cadáveres de Rafael de Diego, su esposa Marta Alvarez, sus hijos Iñaki y Marta, y su madre María Larrañaga.Rafael de Diego, ex futbolista que jugó en el Real Madrid y otros equipos, había nacido en Guetaria (Guipúzcoa) en el año 1944. En Oviedo conoció a la que después sería su mujer, Marta Alvarez, con la que se casó en el año 1969. Después de que decidiese dejar el fútbol, la familia se trasladó a vivir a Oviedo, donde el ex jugador montó un negocio de productos químicos..

Tras el funeral, los cuerpos de los cinco "miembros de la familia De Diego fallecidos fueron cionducidos por carretera a la localidad guipuzcoana de Guetaria, villa natal del ex jugador, donde serán enterrados.

En cuanto al cuerpo del joven irlandés que residía en la casa de la familia De Diego, Darryll Prad, serán trasladados a Dublin desde Bilbao, una vez que se superen algunos problemas con el consulado de aquel país. Su padre llegó ayer por la mañana a Avilés, visiblemente emocionado, para hacerse cargo del cadáver.

Los bioquímicos Julio Rodríguez Villanueva, catedrático y director del departamento de Microbiología de la Universidad de Salamanca, y Alberto. Sols, catedrático de Bioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid y premio Príncipe de Asturias de investigación científica 1981, presidieron, junto al rector de la Universidad de Oviedo, Teodoro López Cuesta, el funeral por Carlos Asensio Bretones, catedrático de Bioquímica de la Universidad de Alcalá de Henares, que se celebró a las doce del mediodía en la iglesia de San Juan el Real de Oviedo.

Al funeral asistió Alvaro Asensio Sampedro, uno de los hijos del fallecido, que resultó herido en el accidente y que hubo de ser sostenido en varios nomentos de la ceremonia. La esposa del científico, María Ester Sampedro, y su hijo Diego, continúan ingresados en la residencia sanitaria de Avilés, aunque su estado ha sido calificado de menos grave. Por su parte, María Angélica García Rodríguez, de 19 años, empleada de hogar de la familia de Rafael de Diego, recibió sepultura en el cementerio de Luanco tras el funeral celebrado en la tarde de ayer, en la iglesia de la citada localidad. Los cuerpos de Miguel Márquez Fernández, de 65 años, militar retirado, y su nieto Pedro Miguel Vidal-Guirardo Márquez, permanecerán depositados en el cementerio municipal de Avilés hasta hoy, día en que se espera se celebren los funerales.

La niña superviviente

La única superviviente de la familia De Diego, la niña de once años Marta de Diego, continúa ingresada en la ciudad sanitaria Nuestra Señora de Covadonga, de Oviedo, en la planta de Traumatología, donde se recupera de las heridas.El jefe del servicio, el doctor Sánchez Juan, aseguró a EL PAIS qué el estado de la niña era satisfactorio y que se recuperaba con rapidez. "Tiene una conmoción cerebral por el fuerte golpe recibido en la cabeza, si bien no presenta daño alguno de gravedad. Tiene también otros golpes en el cuerpo, entre ellos una contusión de escasa importancia en la cadera".

Lo que más preocupa al equipo médico es el trauma psicológico de la niña, que hasta ayer no sabía nada acerca de la muerte de toda su familia. Marta de Diego, nada más despertarse por la mañana, preguntó por los regalos que había recibido su hermano fallecido, Javier, que ayer cumplía diez años de edad.

En cuanto al resto de los heridos, todos ellos evolucionan muy favorablemente, a excepción de Generosa González Prendes, de 79 años, que continúa grave.