Irak y la revolución
Me han sorprendido enormemente las declaraciones realizadas por Santiago Carrillo en su última intervención en la fiesta del PCE en Madrid, en la que definía al Gobierno de Irak como revolucionario.Yo me pregunto en qué criterios se ha basado el secretario del PCE para este análisis, cuando en Irak:
1. El partido comunista es ilegal y está sufriendo una campaña de aniquilación física o de expulsión forzada del país.
2. El pueblo kurdo está sufriendo una política chovinista de arabización, llegando a la expulsión de su territorio de origen hacia campos de concentración en el sur del país u otras zonas desérticas (siendo este pueblo originario de zonas montañosas de gran vegetación).
3. Donde al mismo tiempo cualquier grupo, sea democrático, étnico o religioso (cristiano o musulmán), sufren la represión de esta dictadura personal.
4. Este personalismo y ambiciones personales han llevado a nuestro pueblo decenas de millares de muertos, mutilados y la destrucción de nuestra economía, como consecuencia de la declaración de guerra por parte del presidente Saddam Hussein contra Irán en septiembre de 1980, cuyas consecuencias las estamos sufriendo hasta ahora.
Ruego, por tanto, a Santiago Carrillo y a su partido se informen no solamente a través de las fuentes del Gobierno iraquí, sino también a través de la oposición de cualquier orientación, de los documentos publicados por Amnistía Internacional o Derechos Humanos de la ONU, otros partidos comunistas, eurocomunistas o del mismo partido comunista iraquí, donde se reconoce la tortura y represión en Irak./
Estudiante democrático iraquí.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.