El Ayuntamiento de Valencia invertirá 1.250 millones en recuperar la Dehesa de la Albufera

El Ayuntamiento de Valencia se ha comprometido a invertir 1.253 millones de pesetas en la recuperación, al menos parcial, del equilibrio ecológico de la Dehesa de la Albufera, franja de tierra que separa la Albufera del mar y mide aproximadamente 850 hectáreas. De singulares características en cuanto a suelo, fauna y flora, está parcialmente urbanizada y con el nuevo plan especial se impide que continúe la construcción. De los 1.253 millones de pesetas, 1. 120 se destinan a la recuperación para el municipio de terrenos en los que se iba a construir, mediante indemnización a sus propietarios.

"Cuando entramos en el Ayuntamiento, tras las elecciones de l979", dice Carmen Arjona, concejal comunista, delegada de Dehesa y Albufera, "lo primero que hicimos fue contratar un equipo que realizase unos estudios previos al plan de actuación, para conocer el grado de destrucción del medio y las posibilidades de recuperarlo, teniendo en cuenta los factores económicos y jurídicos. Ello se hizo en función del valor ecológico de la Dehesa y la Albufera, que constituyen un ecosistema con características únicas en Europa. Sin embargo, debido a intereses especulativos y de promoción del turismo no se ha tenido en cuenta lo que representaba".Los estudios previos ofrecieron varias alternativas para proceder a la recuperación del ecosistema. La más radical suponía destruir todos los edificios construidos en la Dehesa y expropiar los solares por construir. Ello representaba un coste de 9.000 millones de pesetas, sólo en indemnizaciones, por lo que se desestimó tal posibilidad.

La solución finalmente adoptada consiste en respetar lo construido y expropiar lo que no lo esté. Para ello se siguió el criterio de considerar construido todo edificio que tenga acabada la estructura. De los 1.253 millones que supone el plan, sólo 133 se destinan a la verdadera recuperación", que comprende obras de infraestructura viaria, depuración de aguas residuales, regeneración vegetal y dunar, un plan de señalización y el acondicionamiento de áreas de esparcimiento. El resto va destinado a la recuperación de solares.

Un coto de Doñana en pequeño

Se calcula que un 70% de la Dehesa se conserva perfectamente. Según Guillermo de Felipe, biólogo conservador de la Albufera y la Dehesa, lo que más queda es matorral y bosque, mientras que sólo de forma muy reducida han pervivido los espacios entre dunas en los que se depositan temporalmente charcas y que se denominan "malladas". Se han conservado muy poco las dunas móviles características de la zona más próxima al mar.Por sus peculiares suelos arenosos y debido a que posee un microclima propio, la Dehesa posee gran variedad de especies vegetales en una superficie reducida. El único espacio con una cubierta vegetal comparable en el litoral de la Península es el Coto de Doñana.

En las dunas móviles próximas al mar abunda una vegetación herbácea, resistente a la acción de los vientos y a la escasez de agua. Las dunas fijas, más hacia el interior, presentan un matorral denso y un arbolado en el que predomina el pino carrasco. Las '"malladas" son colonizadas por una vegetación compuesta por juncos y plantas adaptadas a distintos grados de encharcamiento y salinidad. En la orilla de la Albufera aparecen carrizales con gran número de especies vegetales, que constituyen también el refugio de una variada gama de aves. Por sus condiciones climáticas y de terreno y flora, la Dehesa es zona de paso de aves migratorias.

El incumplido deseo del ex ministro

Manuel Fraga era ministro de Información y Turismo cuando expresaba, en enero de 1964, en las páginas de la revista Valencia Atracción, su "satisfacción por la Exposición del Plan Urbanístico de la Albufera, cuya inauguración me ha permitido admirar los planos, fotos y maquetas de un brillante proyecto que puede convertir a Valencia, su lago y su mar en uno de los centros turísticos más importantes y atractivos del Mediterráneo". Y el entonces ministro añadía: "Deseando de todo corazón que este proyecto se haga realidad, quiero asegurar desde estas líneas a Valencia y a su alcalde que cuentan para ello con mi aliento y la ayuda que pueda darles mi departamento"El deseo de Fraga no se cumplió en su totalidad y gracias a ello hoy es posible pensar que buena parte de la Dehesa no será convertida en urbanizaciones y hoteles. Aquel año de 1964 se había aprobado provisionalmente, siendo alcalde Adolfo Rincón de Arellano, un plan parcial de ordenación y proyecto de urbanización de la Dehesa. Sin embargo, diferentes dificultades impidieron que el plan se aprobara hasta 1978. Una de las razones que impidieron que el plan del 64 se llevase a cabo fue que se había utilizado una cartografía tan antigua que había edificios dibujados sobre lo que en la realidad era mar.