En tres días se espera la sentencia sobre el 'caso Almería', cuya vista finalizó ayer
Siguiendo la línea ya apuntada por su compañero de defensa -Juan José Pérez Gómez, abogado del teniente coronel Carlos Castillo Quero-, el defensor del guardia Manuel Fernández Llamas, Francisco Tara, concluyó ayer su informe advirtiendo al tribunal que juzga el caso Almería sobre los efectos negativos de una sentencia condenatoria, en primer lugar, para los procesados y, en segundo lugar, para la Guardia Civil.
Con la intervención del defensor del guardia Manuel Fernández Llamas finalizó el juicio oral, que ha consumido 125 horas de sesiones a lo largo de 32 jornadas hábiles desde que se inició, el día 14 de junio.El abogado Francisco Tara, en un informe inconexo y escasamente brillante, -sobre todo si se le compara con el del defensor del teniente coronel Castillo Quero, doctrinalmente bien construido-, hizo un breve y poco convincente análisis de las circunstancias de alevosía y premeditación alegadas por el abogado de la acusación particular y de su inaplicación al caso de autos, y llegó a admitir que existió estado de indefensión en las víctimas en el momento de su muerte (por econtrarse esposadas y sentadas en la parte trasera del Ford Fiesta), pero que este estado no fue provocado por los procesados, sino que era el resultado de las exigencias que establece para estos casos el vigente reglamento de la Guardia Civil en la conducción de detenidos.
El defensor del guardia Fernández Llamas concluyó su informe recordando directamente al tribunal que "hay 65.000 guardias civiles que esperan con ansiedad vuestra sentencia. Ellos están convencidos de que el comportamiento del teniente coronel Castillo Quero, de su teniente ayudante y de mi defendido fue leal y honrado y que actuaron siempre como verdaderos guardias civiles. Esperan que así lo reconozcáis".
"Señorías, lo siento muchísimo"
Antes de declarar el juicio visto para sentencia, una vez ya concluido el informe de la última defensa, el presidente del tribunal, magistrado José Rodríguez, solicitó del ministerio fiscal su informe sobre la petición formulada durante el juicio por el abogado de la acusación particular de que se dedujese testimonio del documento emitido por la Dirección General de la Guardia Civil, a instancias del juez instructor del sumario, sobre las comunicaciones de todo tipo que se produjeron entre dicha dirección y la comandancia de Almería, desde la tarde del día 9 hasta la madrugada del día 10 de mayo de 1981. El representante del ministerio fiscal estimó que no es procedente la deducción de testimonios solicitada. Con toda seguridad el tribunal resolverá sobre este extremo en la sentencia que dicte, para la que hay un plazo legal de tres días hábiles.
Inmediatamente después el presidente del tribunal se dirigió a cada uno de los procesados y les preguntó si tenían algo que alegar en su defensa, distinto de lo ya manifestado por sus abogados, antes de concluir la vista del juicio oral. Sólo el teniente ayudante Manuel Gómez Torres balbuceó un "señorías, lo siento muchísimo".
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