Tarde de orejas con toros sosos

Abrió plaza un toro noble pero soso, al que toreó Paquirri apático y sin gracia. Un conjunto tan perfectamente armónico de sosería que disgustó al público. Con Esplá banderilleó, con rapidez y a cabeza pasada al cuarto, al que toteó con vulgaridad con la muleta. Acaso lo más meritorio fueran las dos largas cambiadas de rodillas con que saludó a este toro.El segundo de la tarde llegó sosote a la muleta y con algún peligro por ambos lados. Ruiz Miguel porfió en una faena en la que no regateó voluntad y valor. Sosísimo el quinto, Ruiz Miguel, en una faena tan voluntariosa como desbaratada, puso, una vez más, a contribución sus buenos deseos.

Luis Francisco Esplá y Paquirri banderillearon con prontitud y vulgaridad al tercer toro, de gran nobleza. Un toro de viaje largo y rectilíneo, al que aprovechó Esplá toreando reiteradamnemte con la derecha. Mató recibiendo, practicando la suerte con limpieza.