Las minorías representadas en el Parlamento andaluz criticaron el programa de investidura de Rafael Escuredo

La elección de Rafael Escuredo como presidente del primer Gobierno autónomo andaluz, que tenía asegurada de antemano por la mayoría con que el PSOE cuenta en el Parlamento de Andalucía, se produjo al término de una jornada de debate a partir de las críticas efectuadas por las minorías representadas en este parlamento, a la declaración programática del candidato. Este, en respuesta a las intervenciones de los portavoces del PSA y PCA, que pedían la convocatoria de un pleno extraordinario sobre la constitucionalidad o no de la LOAPA, señaló: "Este Parlamento no puede erigirse en un tribunal constitucional, que es quien debe pronunciarse al respecto".

La LOAPA, el modelo de desarrollo económico basado en la planificación concertada, la reforma agraria y los intereses de Andalucía en algunos aspectos de la política internacional española (OTAN, bases, CEE, Gibraltar) fueron las cuestiones más relevantes en la crítica expresada por los representantes del Partido Socialista de Andalucía y Partido Comunista de Andalucía al programa de gobierno socialista, que Felipe Alcaraz llegó a definir como "embrión del futuro programa económico y político del PSOE" en el caso de un eventual triunfo en las elecciones generales.Tanto Uruñuela como Felipe Alcaraz, portavoces del PSA y PCA, respectivamente, mantuvieron que el autogobierno de Andalucía nace castrado porque el desarrollo del Estatuto va a estar mediatizado por la LOAPA. En este sentido, el representante nacionalista afirmó que por culpa de esta ley el programa de Escuredo "sólo se propone un desarrollo administratívo del Estatuto y no persigue la ambición de los techos políticos, ya inferiores a los que disfrutan otras comunidades. Y todo ello por no enfrentarse con el poder central". Añadió que "las transferencias llegarán a la comunidad autónoma andaluza al ritmo que ya han pactado entre UCD y el partido al que usted pertenece".

"Política de cambio y LOAPA son incompatibles", dijo, por su parte, el portavoz comunista, Felipe Alcaraz, quien criticó la ausencia en la declaración programática del candidato de cualquier mención a las competencias exclusivas de la comunidad andaluza, que son las que hacen posible la capacidad legislativa.

Rafael Escuredo, en respuesta a estas acusaciones, precisó que el Parlamento andaluz no puede erigirse en tribunal constitucional, que es el órgano legitimado para pronunciarse sobre la constitucionalidad de la LOAPA, y recordó que fue Felipe González, secretario general del PSOE, quien propuso al Congreso de los Diputados que la polémica ley no entre en vigor hasta tanto no se produzca este pronunciamiento del alto tribunal. "Esa ley", agregó, "molesta a algunos porque da prioridad al Estado en temas de competencia exclusiva, y eso es una doctrina asentada en todos los Estados federales".

UCD no piensa colaborar en el programa

El programa de actuación económica socialista fue objeto también de fuertes críticas por parte del portavoz de UCD, Luis Merino. "No se puede presentar algo a lo que llaman jocosamente programa de gobierno sin cuantificar nada, sin determinar recursos, sin concretar las fuentes de éstos y, lo que es peor, sin fijar un simple calendario de compromisos", indicó, asegurando que, a pesar del disfraz, en dicho programa se adivina el que fue programa de UCD. "No es de recibo", denunció, "que un partido que se dice socialista haga una propuesta para gobernar casi conservadora y regresivamente".Luis Merino aseguró que la política de concertación ofrecida por Rafael Escuredo trata de encubrir su propósito de eximirse de las responsabilidades que le corresponde asumir, subrayando que UCD no piensa colaborar en la aplicación de un programa vacío de contenido. Discrepó de que en el discurso socialista la iniciativa privada, auténtico motor del cambio, quede ignorada y sepultada bajo un sinfín de nuevos organismos que, "aparte de crear una enorme burocracia que no sabemos quién va a pagar, intentarán coartar o mediatizar a ese empresariado que, presumiblemente, se verá obligado a huir de nuestra tierra, en busca de mejores horizontes".

A las críticas efectuadas por el grupo andalucista, el comunista y el centrista, se añadieron las del portavoz del grupo de AP, Hernández Mancha, quien consideró que el programa socioeconómico presentado por Escuredo presenta claras coincidencias con el de Alianza Popular y UCD, porque todos ellos tienen su origen en el primer PUA.

Centró también Hernández Mancha sus diferencias con el programa de Escuredo en lo referente al modo en que el gobierno andaluz puede enjugar el déficit de 45.000 millones de pesetas que afecta a Andalucía. Expresó en este sentido su temor de que la fórmula para solventar el déficit pudiera ser la creación de impuestos por parte del ejecutivo andaluz y, como fórmula alternativa, para evitar esa vía impositiva, propuso a Escuredo la redacción de un plan económico para Andalucía de carácter implicativo y no vinculante que podría permitir que lleguen a Andalucía parte de los 5,0.000 millones de pesetas que los fondos FEDER comunitarios tienen destinados a España.

Escuredo, en su torno de réplica se comprometió a enjugar el déficit de 45.000 millones de pesetas sin la creación de impuestos para la comunidad autónoma andaluza. Por contra, señaló que la fórmula previsible sea la del endeudamiento. "Un presupuesto equilibrado para final del 83 no será el presupuesto cero".

Por otra parte, y al término de la sesión de investidura, llegaban las primeras reacciones a las ofertas de pactos socio-económicos propuestos en la declaración programática de Rafael Escuredo y concretamente CC OO, UGT y la CEA (Confederación de Empresarios Andaluces) mostraban su "disposición favorable" a la firma de los mismos.