_
_
_
_
Reportaje:

El explorador Tim Severin realiza en el siglo XX los viajes fantásticos de Simbad

Los viajes épicos de Simbad El Marino, personaje mítico de Las mil y una noches, pudieron haber sucedido porque doce siglos después el explorador Tim Severin ha navegado a lo largo de una de aquellas rutas comerciales 10.000 kilómetros en un velero que es una réplica de las embarcaciones utilizadas por los marineros del tiempo de Simbad. El seguimiento de esta experiencia, que comenzó en noviembre de 1980 en Mascate (Omán) y que terminó el domingo pasado en Cantón (China), se muestra ahora en la exposición Omán: historia, cultura y artes tradicionales, que se inauguró ayer en el Museo Arqueológico de Madrid.

En la misma muestra, a cuya inauguración asistió el ministro del Patrimonio Nacional de la Cultura del sultanato de Omán, Said Faisal, se pueden contemplar diversos objetos que hacen referencia a la arqueología, la historia, la artesanía, la cerámica y la joyería de este país. La exposición, que se mostrará en Madrid tan sólo hasta el próximo 27 de este mismo mes, ha recorrido desde hace un año Londres, París, Lisboa y Ginebra. Se trata de una ocasión única en España de poder establecer un acercamiento cultural con un país árabe, de régimen semifeudal, con el que las relaciones diplomáticas se hacen a través de París.Según la leyenda Simbad, el célebre marino, procedía de Sobar, una ciudad costera de Omán. Siempre se había creído que los viajes de este personaje se situaban en el terreno de la fantasía hasta que el explorador Severin, apoyado por el Gobierno del sultanato, realizó un viaje desde Omán hasta Cantón, en el que recorrió una distancia de 10.000 kilómetros. Este explorador, ayudado por un equipo de 32 carpinteros navales, construyó una réplica de lo que pudo ser el navío de Simbad.

Navegar a la antigua

Tanto en la construcción de esta embarcación como en su posterior utilización para navegar se emplearon los mismos materiales y las mismas técnicas que en el tiempo de los antiguos capitanes navales de Omán. De esta manera se volvió a construir un velero mercante árabe del siglo VIII con tablas de madera unidas con 645 kilómetros de cuerda fabricada a mano a partir del casco de coco.Para la navegación no se utilizaron ni motores ni los modernos instrumentos que se llevan a bordo.

La nave Sohar, nombre que dieron a la embarcación copia de lo que pudo ser una del tiempo de Simbad, comenzó su navegación en Omán en 1980. Dos años más tarde llegaba a Sri Lanka. El viaje de este último sitio a Sumatra y de aquí a Cantón tuvo las mismas dificultades que en el siglo VIII. De la calma de un mes sin viento con temperaturas ecuatoriales despiadadas y escasez de comida y agua, se pasó a un violento tifón que destrozó las velas.

El pasado domingo la nave llegaba a Cantón, donde tuvo una recepción tumultuosa y popular. En el siglo XX una nave construida según las técnicas de doce siglos antes, navegó a lo largo de la ruta comercial de la porcelana, las sedas y las especias, lo mismo que lo hiciera Simbad como cuentan las leyendas.

El sultanato de Omán es el segundo país de mayor extensión de la península arábiga y uno de los que posee una mayor riqueza arqueológica. En esta muestra se exponen jarros de arcilla de más de 2.000 años de antigüedad y monedas y brazaletes de cobre y plata también muy antiguos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_