Durante los cuatro primeros meses del año, se suscribieron 131.597 contratos a través de las medidas de fomento de empleo
Cerca de medio millón de trabajadores encontraron empleo en los cuatro primeros meses de este año, según datos del Ministerio de Trabajo. De ellos, 131.597 son consecuencia de la aplicación de los decretos sobre fomento de empleo, sustituidos la pasada semana por una normativa que los refunde y modifica. La utilización que las empresas españolas han hecho de estos decretos, según fuentes consultadas, no ha sido todo lo favorable que cabía esperar.Febrero fue el mes en el que más colocaciones se produjeron, 134.574, frente a 110.574 en enero, 129.537 en marzo y 121.590 en abril. Por lo que se refiere a los 131.597 contratos suscritos mediante los decretos sobre fomento de empleo, los de tiempo parcial fueron los más utilizados, registrándose un total de 73.482 nuevas colocaciones. En prácticas y para la formación, se suscribieron 2.481 contratos y 7.349 a tiempo parcial. La contratación bonificada afectó a 41.129 trabajadores y se registraron 44 contratos con minusválidos.
De los datos del Ministerio de Trabajo se desprende que en la mayoría de las provincias se ha recurrido menos de lo que cabría esperar a esta modalidad de contratación, aspecto ya denunciado por los sindicatos y que ha servido para que la Administración argumentase la necesidad de modificar los mismos. Pero mientras los sindicatos basaban la baja utilización en la escasa publicidad que se habían dado a estas medidas, la Administración ha defendido que los antiguos decretos no resultaban lo suficientemente atractivos para los empresarios.
Escasa utilización
Así, resulta que de 35.829 contratos suscritos en la provincia de Cádiz, en los primeros cuatro meses del año, sólo 2.817 lo fueron en base a los decretos sobre fomento de empleo y de los 13.580 registrados en Las Palmas, 1.535 corresponden a las citadas medidas. En otras provincias, los empresarios han utilizado más las facilidades que ofrecían las normas en vigor hasta la pasada semana. En Barcelona, de las 39.342 colocaciones registradas en el informe del Ministerio de Trabajo, 19.025 corresponden a este tipo de contratos. Y en Madrid, que sumó 53.750 empleos, 18.941 fueron consecuencia de los decretos.A juicio de la Administración y de los sindicatos, los empresarios han utilizado poco estas modalidades de contratación. Aunque los motivos que aducen ambas partes son diametralmente opuestos. El subsecretairio de Empleo, Miguel Cuenca, ha insistido, en distintas ocasiones, en la necesidad de refundir la normativa, por entender que su dispersión en variosdecretos dificultaba y entorpecía su utilización por parte de las empresas. Por otra parte, Miguel Cuenca ha señalado que era conveniente reducir límites a este tipo de contratación, para lograr una mayor agilidad en el mercado de trabajo.
Para CC OO y UGT las razones han sido otras. Los decretos no habían tenido la publicidad necesaria para que las empresas conocieran sus ventajas. Y por otra parte, han denunciado la posibilidad de que la propia patronal no se acogiera a los mismos con el fin de forzar a, la Administración a modificarlos, ofreciendo más ventajas y menos límites.
Tras la publicación de la nueva normativa, ambas centrales mostraron su oposición, por entender que las empresas no habían utilizado todas las posibilidades que ofrecían los decretos anteriores y que las modificaciones introducidas ampliaban considerablemente las facilidades para la flexibilidad de plantillas. CC OO y UGT han señalado, además, que con la publicación del nuevo decreto se rompe un compromiso asumido por el Gobierno en esta materia y del que este periódico dio cumplida información en su día.
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