La ley, armonizadora, 'arma arrojadiza' de cara a las próximas elecciones generales

La utilización de la LOAPA como arma política arrojadiza en las próximas elecciones generales tuvo ayer un anticipo, revestido de cierta solemnidad, en la explicación realizada por los portavoces de los grupos parlamentarios tras la votación final de conjunto con la que concluyó el debate del pleno del Congreso sobre este proyecto de ley. La tesis sobre la necesaria solidaridad y homogeneización del proceso autonómico, mantenida por centristas y socialistas, se contrapuso una vez más con las acusaciones de nacionalistas y comunistas de que ambos grupos mayoritarios pretenden recortar los estatutos de autonomía y parar el proceso autonómico.Frente a los nacionalistas Marcos Vizcaya, Miguel Roca y Josep Pi-Suñer, el comunista Santiago Carrillo y el andalucista Juan Carlos Aguilar, todos ellos en contra de la LOAPA, intervinieron el socialista vasco Carlos Solchaga, el ministro de Administración Territorial, Rafael Arias-Salgado, y la socialista María Izquierdo. La inhibición del líder socialista, Felipe González, y la intervención en nombre de su grupo de la responsable de política autonómica del PSOE, María Izquierdo, fueron mal recibidas por los nacionalistas, que abandonaron en bloque sus escaños -salvo los portavoces, Roca y Vizcaya- en el momento de comenzar su discurso, tras conversar durante unos minutos con Felipe González en el escaño contiguo al de éste.

María Izquierdo aseguró que el PSOE no había sacralizado la LOAPA, sino que, por el contrario, había estado abierto a negociaciones y modificaciones, y como prueba hizo una larga enumeración de artículos que habían resultado aprobados con textos diferentes a los iniciales. Insistió en la posición del PSOE favorable a. una autonomía solidaria, y recordó que la LOAPA es la primera ley que contempla al Estado autonómico en su conjunto.

Criticó el aislamiento de algunas concepciones autonómicas que, según dijo, perjudican tanto a la autonomía como otras concepciones centralistas.

Por su parte, Rafael Arias-Salgado calificó de erróneas las interpretaciones hechas por algunas minorías en el sentido de que la LOAPA está dirigida contra Cataluña y el País Vasco. Aseguro que no es así, sino que pretende favorecer la ordenada constitución del Estado de las autonomías.

En este sentido, preguntó a los nacionalistas si estaban de acuerdo con el mantenimiento de dicha voluntad política y si hace dos años habían soñado alcanzar los actuales techos autonómicos. A estas preguntas, los portavoces nacionalistas respondieron del siguiente modo: Roca aseguró que se había producido un cambio espectacular en la política autonómica del Gobierno desde la asunción por Rodolfo Martín Villa de responsabilidades en esta materia; asimismo manifestó que su partido sí había soñado con alcanzar el actual techo autonómico y, dijo, "con mantenemos en él". Marcos Vizcaya dijo que desde el 23 de febrero es evidente la voluntad gubernamental contra los estatutos de autonomía, y respecto a los techos autonómicos, recordó que se trataba de mínimos.

El socialista Carlos Solchaga, en su primera intervención parlamentaria sobre la LOAPA, habló en nombre de los socialistas vascos para denunciar el "egoísmo territorial" de algunos grupos y manifestar la posición de su grupo favorable a la profundización de la autonomía.

El líder comunista, Santiago Carrillo, manifestó que en España no habrá democracia si no hay autonomía. Utilizando las alegorías religiosas a las que es tan aficionado, y que suscitaron risas en el hemiciclo, aseguró que la LOAPA "fue concebida en pecado por no contar con el concurso de fuerzas autonómicas", así como por su falta de oportunidad. Aseguró que los autores de la ley no están convencidos de su constitucionalidad, como lo demuestra el acuerdo de aplazar por cinco meses su vigencia para dar tiempo a que el Tribunal Constitucional se pronuncie.

En este sentido, denunció la falta de decisión política de UCD y PSOE, que comenzaron pidiendo información a los técnicos y terminan pidiendo otro informe técnico. Por lo demás, estimó la LOAPA como uno de los efectos del golpe del 23 de febrero, que, según dijo, "no va a contentar a los que se oponen al Estado de las autonomías ni va a desarmar a los adversarios de la democracia, aunque desagradará a muchos demócratas".

El diputado de CD Alfonso Osorio contestó a Carrillo agradeciéndole sus consejos y pidiéndole prestado su eslogan electoral, juntos, podremos. Por otra parte, afirmó que CD cree en las autonomías, pero en las bien hechas, y la LOAPA es una ley muy deficiente. A esta afirmación contestó mas tarde Arias-Salgado recordando que AP participó en su redacción.

El diputado. de Esquerra República de Cataluña, Josep Pi-Suñer, fue aplaudido por los diputados nacionalistas catalanes cuando anunció que su partido entiende España como "una federación de pueblos libres", a la que la LOAPA se opone. El andalucista Juan Carlos Aguilar aseguró que si la LOAPA hace menos daño a Andalucía que al Euskadi y Cataluña es porque Andalucía ya fue perjudicada por UCD y el PSOE con el pacto de su estatuto de autonomía.