Condenados por desorden público en un juzgado

El sacerdote Jesús Caballero y el agricultor Manuel Arnaldos han sido condenados por la Audiencia Provincial a diez días de arresto menor y una multa de 10.000 pesetas, como autores de una falta de desorden público en el Juzgado de Mula. Los otros dos procesados por los mismos hechos el secretario general del PSOE en Molina de Segura, José Vives, y el comerciante de esa localidad José Carbonell-, quedan absueltos y libres de costas al no probarse su participación en los incidentes ocurridos en el vestíbulo del Juzgado de Mula, el 20 de enero de 1981. En esa fecha, veintiocho agricultores de Molina se negaron a comparecer en juicio como autores de un escrito injurioso para el ex delegado de Agricultura, Adolfo Virgili, y para el hijo del marqués de Mondéjar, Iñigo Cotoner y Martos.Doscientos agricultores de Molina, en litigio con el citado marqués por la propiedad de unas tierras que cultivan desde hace doscientos años, pidieron ese día "justicia popular", haciéndose responsables de los cargos que pesaban contra los procesados (véase EL PAIS del 21 de enero de 1981 y del 24 de junio de 1982). La sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia de Murcia condena la actuación del sacerdote, durante años párroco de la iglesia de La Asunción de Molina, "por su especial condición"'. Los magistrados entienden que Caballero tiene una visión deformada del respeto debido a los actos judiciales, actos que la sentencia compara, "salvando, las distancias", matiza, "a los actos litúrgicos que celebra por razón de su ministerio".

En los considerandos se declara probado que el cura exclamó en el vestíbulo del Juzgado de Mula: "Esto es Africa", indignado ante el desmayo de una mujer embarazada, que fue atendida en las dependencias del Juzgado por el médico forense, ya que se negó a abandonar el vestíbulo., según precisa la sentencia. Del otro condenado, el agricultor Manuel Arnaldos, la sentencia asegura que "encabezó" el grupo de veinte personas que se entrevistó aquella mañana con el juez de Mula, al que solicitó infructuosamente que extendiese un certificado de asistencia a nombre de la Asamblea de Agricultores de Molina.

En definitiva, la Audiencia considera que los hechos ocurridos el 20 de enero en el Juzgado del distrito de Mula son "una inexcusable falta de respeto al lugar donde se imparte la justicia igual para todos".

Por otra parte, se reconoce que, durante las tres horas que permanecieron los agricultores en el mismo, se profirieron frases tales como "que no había justicia", "que era una justicia criminal" y "un coño de justicia", y "que si eran condenados iban a morir muchos", entre otras.