Agresiones a un forofo

Me dirijo a usted con el deseo de ver publicada la presente carta, que relata unos hechos que, como española que soy y me siento orgullosa de serlo, me indignan hasta el punto de hacerme saltar las lágrimas hoy no tanto por los hechos en sí como por su significado, terrible significado.Somos una familia normal, de clase media, residentes en Alcalá de Henares, y que hoy, día 20 de junio, nos hemos reunido, como la mayoría de los españoles, en casa alrededor del televisor para poder ver jugar a nuestra selección contra Yugoslavia. Con nervios, con interés y con mucha, mucha ilusión de ver ganar a nuestro equipo. Todos sabemos el resultado, la selección española ha ganado a Yugqslavia y nos ha levantado el ánimo, no sólo a los aficionados al fútbol, sino a todos los que nos sentimos verdaderamente españoles.

Al terminar el partido, mi hermano, de diecisiete años, aficionado al fútbol y e spañol, ha tomado su bandera y al igual que sus amigos han salido a la calle a celebrarlo, alegres de nuestro triunfo y comentar las incidencias del partido.

Pero parece ser que no a todos los españoles les agrada ver la bandera ondear ni oír: "Campeones, campeones, España campeones", porque al poco rato de estar en la calle, sin salir de nuestro barrio, en nuestra misma puerta han comenzado a tirarles bolsas llenas de agua, macetas e insultos por doquier. No contentos con esto han avisado al 091, a la Policía Municipal, y ha faltado poco para que avisen a los bomberos (claro, que si se trataba de apagar el fuego del patriotismo podían también haberles avisado).

A la vista de estos acontecimientos cabe preguntarse algunas cosas: si en países tan lejanos como Brasil hacen fiestas, paralizan las ciudades porque su equipo ha ganado y celebran con regocijo el triunfo, ¿por qué no podemos en España, que lo estamos viviendo tan de cerca y que es precisamente la protagonista directa de este Mundial-82 decir: "España campeones" sin miedo a que se nos denuncie o a que llamen a la policía?

Mi hermano, al igual que los amigos que le acompañaban, no son ningunos delincuentes para que les arrojen agua, macetas (con peligro para sus vidas), insultarles, denunciarles e incluso algunos vecinos pegarles sólo por el mero hecho de celebrar con alegría el triunfo de España y gritar "España campeones".

No sé qué sucederá en el resto de esta España democrática que están cronstruyendo para ellos los hombres del Gobierno, pero en Alcalá de Henares pasa esto que les cuento.

Supongo que una carta dirigida a un periódico no puede hacer gran cosa, pero me gustaría decirles a esos señores que llamaron a la policía, a la cual respeto y nada más hizo que cumplir fielmente con su deber de acudir a las llamadas que les hacen, me gustaría decirles, repito, que si a unos chicos con la juventud en sus corazones, con todo lo que esto conlleva: ilusiones, esperanzas, sueños, ideales, les pisotean y les roban el ideal más grande que puede tener un hombre, que es el de su patria y su bandera y río dejan florecer ese amor que todos tendríamos que llevar dentro de nosotros hacia el suelo que nos vio nacer y su símbolo, les están destruyendo una parte muy importante de ellos mismos.

Si gritas "Arriba España" te dicen facha, no se puede decir "Viva España" sin que te miren como un carcamal nostálgico, y no se puede decir "España campeones" sin que avisen a la policía. Yo les pregunto, señores míos, ¿ésta es la España que les vamos a dejar a esos chicos de dieciséis, diecisiete o dieciocho años, qne ya empiezan a encontrar dificultades para saber qué serán el día de mañana? Al menos, déjenles ser españoles.

No sé si nuestra selección llegará a ser campeona, pero desde aquí les digo que tanto si gana como si no gana no renunciaré a ser española.

¡Aúpa España!/