El joven John Hinckley absuelto por enfermedad mental
John Hinckley, de veintisiete años de edad, fue declarado "no culpable, por enfermedad mental", de los trece cargos que le acusaban del intento de asesinato contra el presidente Ronald Reagan y otras tres personas, ocurrido el 30 de marzo de 1981, frente al Washington Hotel Hilton, en la capital federal de Estados Unidos.
Los padres de Hinckley, en primera fila de la sala del tribunal, en Washington, se abrazaron emocionados cuando el juez federal Barring Tom Parker pronunció el veredicto decidido por un jurado compuesto por siete mujeres y cinco hombres, todos ellos de raza negra con excepción de una mujer.Hinckley ocultó su rostro con las manos, siendo trasladado inmediatamente al hospital Saint Elizabeth, institución para enfermos mentales, donde el autor del intento de asesinato contra el presidente Reagan puede quedar internado. Pero las leyes del distrito de Columbia, sede de la capital federal norteamericana, dan sesenta días de plazo para concretar si Hinckley es un enfermo mental peligroso o puede recuperar su libertad. "No hemos comentado ningún aspecto de ese juicio y no lo haremos tampoco ahora", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, preguntado por la reacción del presidente Ronald Reagan a la decisión del jurado.
Durante ocho semanas un grupo de prestigiosos psiquiatras, psicólogos y neurólogos intercambió puntos de vista y defendió teorías sobre el comportamiento de Hinckley en el momento de ejecutar el atentado del 30 de marzo de 1981. El carácter depresivo, el narcisismo y los antecedentes psiquiátricos de Hinckley dieron argumentos a la defensa para convencer al jurado de la situación de enfermo mental de John Hinckley.
Drama y comedia
El juicio, ampliamente cubierto por la Prensa norteamericana, tuvo momentos dramáticos y escenas dignas de un serial de televisión. Dramáticos, cuando el padre de Hinckley, un millonario del, petróleo de Colorado, se autoacusó de la actitud de su hijo por no haberle prestado toda la ayuda necesaria. De serial televisado, cuando se recordaron las cartas, poemas y llamadas telefónicas de John Hinckley a la joven actriz Jody Foster, que encarnó a una prostituta adolescente en el filme Taxi driver, a quien Hinckley quiso impresionar "para siempre" con el intento de asesinato del presidente de EE UU.El juicio levanta polémica en Estados Unidos al ser el tercer caso en la historia de acusados por asesinato que concluye con una absolución por enfermedad mental.
Pero las víctimas guardan silencio, siguiendo el ejemplo de la reservada actitud adoptada por el presidente Reagan.
De las seis balas disparadas a las tres de la tarde del día 30 de marzo de 1981, el presidente Ronald Reagan, de 71 años de edad, se recuperó de la herida de una bala alojada a medio centímetro del corazón. También salió bien parado el agente del servicio secreto Timothy McCarthy, quien protegió con su cuerpo al veterano presidente norteamericano. El policía municipal Thomas Delahanty adelantó su retiro debido a las heridas. Continúa sin recuperarse James Brady, el portavoz de la Casa Blanca víctima de una grave herida en el cerebro, que le ha dejado en una silla de ruedas.
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