François Mitterrand: "Si España entrara hoy en la CEE sería un desastre"

En un discurso de 29 minutos, al final de la cena con la que el rey don Juan Carlos, agasajó anoche al presidente galo, François Mitterrand, este último estableció clara y firmemente la actitud francesa respecto a los dos problemas que obstaculizan la armonía de las relaciones hispano-francesas: el vasco y el comunitario. Sus ideas, confrontadas con las que expresó con anterioridad, en el mismo acto, el Rey de España, formulan las divergencias de fondo entre las visiones de París y Madrid, ya conocidas, pero ratificadas ahora a nivel de jefes de Estado y con una claridad desconcida hasta el presente a través de un presidente francés.A la vista de esas dos declaraciones el futuro diálogo franco-español es de prever que será duro, más claro y, de momento, se perfila interrogante.

Para Mitterrand, la cuestión de la adhesión española sufre, en primer lugar, de la "visión demasiado simple, caricaturesca", fomentada por la prensa de los dos países. El presidente reiteró la posición francesa tradicional: la CEE no se ha dotado de reglas que la salvaguarden, sobre todo en el sector agrícola, y la entrada de España, hoy, sería tanto como "añadir una miseria más", a la miseria que ya es el Mercado Común. Si España entrara en la comunidad, en las circunstancias presentes, "sería un desastre", para todos. Esto no quiere decir que Francia 1e cierre las puertas del Mercado Común a España, pero sí es posible que esas puertas permanezcan entreabiertas largo tiempo".

Mitterrand habló abiertamente del problema terrorista y exclamó, "cómo no vamos a combatirlos", pero subrayó que las causas del terrorismo son diferentes, en Italia, en Alemania o en España, por ejemplo. Añadió que hay que combatir los orígenes del terrorismo, de igual manera que hay que prevenirlo. En suma, concluyó, "hay que eliminar la violencia, pero las leyes" son las leyes (en los países democráticos) y nosostros tenemos nuestras leyes".

A lo largo de su alocución insistió varias veces en que está dispuesto a hablar "clara y precisamente", que espera que, en las semanas, en los meses, y en los años venideros, se afirmen las relaciones entre los dos pueblos. Y en varias ocasiones, también, elogió la historia y el presente hispánicos. Muy particularmente, con el fin de agotar ese deseo de mejora de las relaciones franco-españolas, el jefe del Estado francés destacó la importancia de las conversaciones que mantendrá hoy con Leopoldo Calvo Sotelo.