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Los franceses desean acabar con los equívocos de las relaciones Madrid-París

Hoy se sabrá con más certeza si la primera visita oficial del presidente François Mitterrand a España representa el inicio de la fase de una cierta racionalización de las relaciones hispano-francesas, tal como lo desean los dirigentes de París. Así podrían tramarse los lazos "excelentes" entre los dos países, a pesar de los asuntos comunitario y vasco, sobre los cuales, ayer el presidente y el rey don Juan Carlos parece ser que no hablaron, parar situar el debate a un nivel por encima de la coyuntura.En espera de la jornada decisiva de hoy -Mitterrand y el Rey han simpatizado-, el resto de la delegación gala estima haber sido bien acogida y se insiste en que "hay que poner las cartas boca arriba" para, en cualquier caso, acabar con todos los equívocos que vienen entorpeciendo el diálogo entre los dos países.

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Sobre la oportunidad de la visita de Mitterrand, sobre la iniciativa del viaje, sobre las intenciones de este último, sobre el clima interrogante inicial, sobre un cierto visceralismo informativo, se ha especulado a placer, y según los gustos, en París como en Madrid. Pero al final del primer contacto, Francia-España, ayer, los responsables franceses se mostraban unánimes y meridianos: "No nos hacemos ilusiones respecto a la prensa aquí, como en Francia a veces. Hemos venido a trabajar con la mejor voluntad, sin segundas intenciones y para clarificar, en primer lugar, los dos conteciosos más espinosos de nuestras relaciones, el vasco y el comunitario". El Rey y Mitterrand, durante su larga entrevista en la Zarzuela, prolongada con un paseo por los jardines del palacio, "creo que no hablaron del Mercado Común y de la cuestión vasca", dijo el portavoz francés.

Los dos jefes de Estado "situaron su conversación a la altura que les conviene a unas relaciones franco-españolas que deben tener en cuenta la historia y las perspectivas futuras comunes de nuestros dos pueblos", declaró el portavoz del presidente, que resaltó la prolongación de su diálogo, en más de una hora, de lo provisto, "lo cual es un buen síntoma", anotó otra fuente competente por el lado francés.

Buena acogida en la delegación francesa

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Al final del almuerzo presidido por los dos jefes de la diplomacia, Pedro Pérez Llorca y Claude Cheysson, la delegación francesa percibió, "aparentemente al menos", una buena acogida. El que Mitterrand haya decidido, según las últimas impresiones de anoche, mantener un contacto con los periodistas, al final de este miércoles, también pudiera ser un detalle esperanzador.Un diplomático español comentó: "Sí, toda la buena voluntad, pero no nos van a dar ni un duro". Los franceses, refiriéndose al Mercado Común y al problema vasco, explican que mantendrán su postura "tranquila y firmemente". Asunto comunitario: "Es menester que los españoles dejen de ser víctimas de la demagogia de algunos países comunitarios (léase Alemania Federal e Inglaterra), consistente en cargar a los franceses con todas las responsabilidades de los obstáculos que retrasan la adhesión española", piensa la delegación que acompaña a François Mitterrand.

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